Aeromedia, drones gallegos a la medida

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La firma de Oleiros adapta los sensores de sus aeronaves no tripuladas a cada encargo, ya sea inspeccionar torres energéticas, los arcos de la Ciudad de las Artes o las playas de Fuengirola

13 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Son los pájaros de visión más amplia, con corazón motorizado y un cerebro de chips. Y no son ningún juguete. Con ellos, o gracias a ellos, se ha encontrado a personas perdidas, detectado incendios o lanzado veneno a inaccesibles nidos de velutinas. Pero también han inspeccionado para Nokia más de 600 torres de comunicación, escaneado el aeródromo de Rozas o, incluso, localizado antiguos vestigios arqueológicos bajo masas arbóreas. Sirven para espiar el tráfico, regalar vistas inéditas en la pequeña y gran pantalla, controlar el aforo de las playas o apoyar rescates, y ya se ha ensayado su uso para fumigaciones, para el traslado de órganos y hasta Amazon se plantea utilizarlos para el reparto de mercancías.

«Hemos inspeccionado para una ingeniería los 96 arcos interiores y los 4 pórticos de Calatrava en la Ciudad de las Artes de Valencia. Son muy altos y en la parte de apoyo hay una zona de acceso imposible: ideamos unos drones de 20 centímetros para que pudiesen meterse por atrás, fotografiar su estructura y comprobar su mantenimiento», explica de una de las llamativas misiones Carlos de la Rocha, cofundador de la que hoy está, desde Oleiros, entre las tres primeras empresas de España en vuelos con naves no tripuladas.

En el 2012 la apuesta por crear Aeromedia «fue una auténtica aventura, todavía no había ni ley», recuerda de los inicios. Dos años tardaría en llegar una norma para el vuelo de una tecnología con un universo casi infinito de posibilidades de desarrollo. En aquel momento, «muchos se fueron por la agricultura de precisión, nosotros apostamos más por la parte industrial», continúa el directivo, que valora el impulso que supuso la iniciativa de la Xunta Civil UAVs de apoyo al uso civil de drones con gigantes como Indra o Boeing. «Requirió mucha inversión en nuevas aplicaciones y nosotros estuvimos ahí, fue un éxito, ojalá se repitiese», apunta.

«Somos una empresa de servicios, pero en muchos casos para prestarlos tenemos que integrar distintos sensores y adaptar los drones, y en algún caso excepcional podemos fabricar uno específico», detalla De la Rocha. Les sucedió, por ejemplo, para atender un trabajo de Indra sobre extracción de aguas en pantanos.

Con un marcado carácter innovador y la base tecnológica de una plantilla de ingenieros y técnicos de distintas ramas, la empresa coruñesa desarrolla trabajos en diferentes divisiones, aunque «la más potente es la industrial», señala. Firmas como Iberdrola, Naturgy, Red Eléctrica o grandes ingenierías han recurrido a ellos para realizar levantamientos topográficos, o para la recogida de datos para la inspección de líneas eléctricas o de parques eólicos. «Nos piden tanto las imágenes de los apoyos o torres para ver posibles defectos, como la franja vegetal de seguridad; con el mismo vuelo, utilizando la tecnología láser Lidar, obtenemos las fotografías y el cálculo de las distancias», añade.

Trabajan con 32 drones de múltiples tamaños, a los que casi en cada encargo adaptan sensores y tecnología a la medida del objetivo que se busca con sus vuelos. «Ahora mismo estamos intentando terminar un proyecto para poder tomar imágenes de un aerogenerador sin necesidad de pararlo, en colaboración con el centro tecnológico Gradiant y con la aceleradora aeronáutica BFAero de Lugo», ejemplifica sobre los encargos que reciben.

Pero la industrial no es su única vía de negocio, ya que a través de la división de emergencias gestionan, por ejemplo, una unidad logística de apoyo a la Axencia Galega de Emerxencias en lo que tiene que ver con los incendios forestales, con especial interés en la prevención y la vigilancia de las fajas de seguridad, algo que, por ejemplo, evita posibles cortes de carreteras por caídas de árboles en vías transitadas. Y fuera de Galicia, Aeromedia es la adjudicataria del servicio de playas en Fuengirola, donde los drones «pueden llevar tanto flotadores para alguien en apuros, como un desfibrilador con instrucciones en caso de tener que hacer una reanimación», explica.

Esta división, en la que se incluyen también dispositivos para búsqueda de personas desaparecidas, proporciona satisfacciones que van más allá de los beneficios. También la audiovisual «no es económicamente la más importante, pero nos da muchas alegrías», valora De la Rocha. No en vano las imágenes captadas por sus drones han descubierto panorámicas al gran público a través de series como Cuéntame o Élite, y no oculta la satisfacción de haber hecho las tomas aéreas «de las dos películas que se llevaron el Goya a la mejor fotografía en el 2019 y el 2020», recuerda sobre La sombra de la ley y O que arde.

Con 25 trabajadores, para diferentes ingenierías ya han trabajado en Chile, Nicaragua, Angola, Armenia... y hasta la llegada del covid su crecimiento anual superaba el 30 %. «El año pasado, con la pandemia no crecimos, pero tampoco bajamos ni tuvimos que hacer un ERTE, así que tampoco fue mal dadas las circunstancias -concluye-, nuestro objetivo era mantener los empleos y los contratos».