Pronósticos para el año que entra

MERCADOS

Este año, por fin, los Reyes no tendrán que portar mascarillas
Este año, por fin, los Reyes no tendrán que portar mascarillas ANA GARCIA

31 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A estas alturas, la mayor parte de los servicios de estudios, los partidos políticos, los dirigentes mundiales y los gurús de todo tipo ya han publicado sus pronósticos sobre lo que nos traerá el año que empieza mañana. Casi todos insisten en que continuarán las grandes incertidumbres: qué ocurrirá en Ucrania y en los efectos de la guerra sobre el precio de la energía, sobre la inflación y sobre las previsibles hambrunas en el Tercer Mundo; si China y Estados Unidos llevarán su guerra comercial hasta el borde del abismo; si la pausa en los acuerdos multilaterales contra el calentamiento global multiplicará las lluvias torrenciales y las sequías; si la condición de año electoral en España agudizará las tensiones entre los socios del Gobierno y acabará por romper, etcétera. Sin llegar a las previsiones apocalípticas del ruso Medvédev, el panorama que se nos pinta resulta poco prometedor.

Contra todo esto podemos estar seguros de que la vida siempre acaba por imponerse y prosperar y que podemos esperar de ella sorpresas agradables. Podría ser, por ejemplo, que Xi Jinping cogiera el covid a la vez que Joe Biden sufre algún achaque propio de la edad, y ambos pensaran, desde la pequeñez del paciente entubado, en mediar para el fin de la guerra en Ucrania y alcanzar un nuevo acuerdo de desarme nuclear. Quizá Occidente decida dejar de bloquear la entrada de coches chinos a sus mercados y podríamos comprar automóviles baratos y aliviar el envejecimiento del parque móvil y sus contaminaciones. Podría imponerse la idea emergente de que la deuda enorme de los países y de los sectores privados es tan negociable como lo fue la de la banca en la crisis de las hipotecas de los Estados Unidos o en el rescate español y salir así de la esclavitud en la que vivimos.

Incluso puede ocurrir que el Dépor ascienda a segunda y que en el próximo Real Madrid-Barcelona Lucas Vázquez marque un hat trick. Todo esto es inseguro; lo que es seguro es que deberíamos mandar a los agoreros a freír espárragos y despedir con alegría este año triste. ¡Feliz 2023!