Gallegos y vascos, los que más faltan al trabajo

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GILLES GUILLAUME | REUTERS

El peso que las actividades industriales relacionadas con la automoción y la alimentación tienen en el tejido productivo eleva el absentismo laboral en la comunidad

12 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia repite podio con el País Vasco entre las comunidades autónomas españolas con los niveles de absentismo laboral más elevados. Muy por encima de la media estatal del 5,6 % registrada en el último trimestre del 2022, según los datos actualizados por la consultora Randstad Research, correspondientes al último período del año. El informe sitúa la tasa de profesionales que no acuden a su puesto de trabajo en la comunidad en el 6,5 %, nueve décimas superior al registro medio estatal y la segunda más alta de España, con el País Vasco a la cabeza, que se anota un 7,2 % de ausencias laborales durante el mismo período.

El centro de estudios pone cifras: 58.000 gallegos faltan cada día a su trabajo con una baja médica, a los que hay que sumar los otros 14.400 empleados que no han acudido a su puesto por otras razones —en buena parte sin justificar—, hasta contabilizar un total de 72.400 trabajadores, señala la consultora. En el cómputo general, España pierde un 5,6 % de horas laborales pactadas y que no se hacen, porque más de 1.150.000 españoles dejan su puesto sin cubrir cada día.

Pero más allá de los números, que sirven para conocer el impacto que genera en las cuentas de las empresas — ya que «supone un coste económico porque hay una producción que no se genera», explica Valentín Bote, director de Randstad Research—, resultan esclarecedoras las causas de por qué Galicia acusa un impacto tan elevado de absentismo laboral. Las razones se deben al peso que tienen en su tejido económico las actividades industriales que más faltas al trabajo generan. «Las relacionadas con el sector de la automoción o la industria alimentaria tienen un nivel de absentismo muy superior a la media laboral», reconoce el directivo de Randstad.

No se trata de que «sus trabajadores sean más relajados, sino que en la economía gallega tienen mucho peso estas actividades». Una tendencia que se reproduce en el conjunto de España, con una media de absentismo del 6 %, la más elevada respecto a otros segmentos productivos. Pero es que en el caso de Galicia ese porcentaje se sitúa en el 7,5 % en el último trimestre del año pasado, solo superado por Cantabria (7,8 %) y el País Vasco (7,6 %). En contra de lo que pudiera parecer por las condiciones de la propia actividad, la construcción es el sector que cuenta con un menor nivel de bajas al trabajo (4,3 %). Aún así, en Galicia, el informe registra un punto más que la media. De hecho, la actividad industrial, en España, acapara el mayor número de horas que se dejan de hacer por ausencias.

Para Valentín Bote, este escenario «supone para las empresas unos costes asociados a los cambios organizativos para cubrir esas bajas, por ejemplo con pagos de horas extras para cubrir el trabajo de un empleado que no ha acudido de manera inesperada». Para el directivo de Randstand, la ausencia del trabajador a su puesto cuando estaba prevista su presencia «se configura como un problema grave para las empresas, con un impacto en la productividad, en los costes y en la competitividad», de ahí que aconseje acometer diagnósticos honestos para corregir esos valores.