«Hay mucha escasez de pilotos a nivel mundial»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

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David Fernández, director de operaciones de Aeroflota del Noroeste (AFN), en uno de los simuladores
David Fernández, director de operaciones de Aeroflota del Noroeste (AFN), en uno de los simuladores

Con 27 años de experiencia, AFN sigue siendo la referencia del noroeste para formar a los profesionales del aire. «No hay mejor sitio que Galicia para aprender a volar»

26 feb 2024 . Actualizado a las 13:21 h.

«El aspirante a piloto debe ser una persona sana, equilibrada y, sobre todo normal, con mucho sentido común. El sentido común quizá sea el rasgo más importante». Así define David Fernández, piloto y director de operaciones de Aeroflota del Noroeste (AFN), a los llamados a ser los profesionales del futuro. De esto algo sabe. Él es piloto desde hace más de tres décadas y ha formado a centenares de aviadores desde AFN, la única y veterana escuela del noroeste español. Ahora mismo están formando a unos 70 profesionales en sus instalaciones de Carral y Alvedro. «Estamos en un momento de mucho trabajo. Hay escasez de pilotos a nivel mundial. Actualmente, la demanda es elevada», explica.

AFN lleva 27 años llevando a sus alumnos al cielo. Creen que les eligen por ser «una escuela pequeña y con un trato muy personalizado. Tenemos uno de los porcentajes de inserción laboral más alto. Todos nuestros alumnos consiguen volar y vivir de ello si realmente es lo que quieren», asegura David Fernández sobre una profesión que siempre ha tenido la fama de ser inalcanzable. «Es cierto que no existe formación pública de piloto, pero también es cierto que estudiar en una universidad privada es significativamente mas costoso que hacerlo en AFN. Si a eso le sumas el retorno de ejercer esta profesión, yo lo vería como una muy buena inversión, máxime si te gusta volar y quieres vivir de ello. Muchos de nuestros alumnos se han pagado la formación mientras trabajaban, no es inalcanzable para nada».

Para acceder a la escuela tienen que pasar un reconocimiento médico en un centro autorizado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. «Puedes usar gafas, por ponerte un ejemplo. No hay que ser un superhombre o una supermujer», añade. «Luego, deben acreditar unos conocimientos en física e inglés que les permitan realizar la formación. Esto se hace con una formación previa de bachiller o mediante una prueba de acceso. De lo que debemos ser conscientes es de que, una vez completada la formación, nuestro nivel de inglés debe ser muy bueno, porque así nos lo requerirán en las compañías aéreas. Por eso me atrevo a decir a cualquier aspirante a piloto que trabaje el inglés desde ya», aconseja Fernández con el aval que le da que las líneas aéreas aprecien mucho a los pilotos formados en esta escuela. Y es que se siente orgulloso de su «personal docente del más alto nivel», de contar con «simuladores de última generación, una flota de aviones magnífica para progresar desde cero hasta el ingreso en una línea aérea y, por supuesto, Galicia. No hay mejor sitio para aprender a volar». AFN puede hacer vuelo visual, instrumental o nocturno sin salir de la comunidad «y con un tráfico comercial que nos permite interactuar sin obstaculizar nuestras operaciones». Una formación que equivale a una antigua diplomatura. «Quien se esfuerce lo puede hacer en dos años. La media son tres».

«Veo esta profesión como una buena inversión. Hay alumnos que se pagan la formación mientras trabajan. No es inalcanzable»

«DE MENOS A MÁS»

La gran dotación tecnológica de esta escuela gallega enriquece la formación de su alumnado, que aprende a volar de «menos a más» en todas las condiciones. «La fase final se realiza en el simulador del Airbus 320 instalado en nuestro centro de simuladores. Eso permite al alumno salir con amplios conocimientos en la operación de reactores de tripulación múltiple, con lo que ello conlleva para incorporarse al mercado. Esta última fase se realiza de la mano de pilotos de compañías como Iberia y Air Europa».

Sus alumnos suelen ser gallegos, aunque llegan de todas partes. Lo que sí faltan son mujeres. «No sabría explicar el porqué. No existe ningún motivo que impida a una mujer ejercer de piloto. Las que lo hacen suelen tener gran vocación y son magníficas profesionales. Cada vez se animan más», explica David Fernández, que asegura que tanto él como sus treinta profesionales siguen de cerca el después de sus pilotos. «A muchos les conseguimos empleo, aunque no es necesario. Hay mucha demanda», sentencia.