El club de los ultrarricos no deja de aumentar

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Abdel Hadi Ramahi | REUTERS

En el mundo hay 625.000 personas con un patrimonio superior a los 27 millones de euros netos. La previsión es que, en el 2028, el número de ricos crezca un 28 %

12 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cuánto dinero hace falta para pertenecer al 1 % más rico? La cuenta varía dependiendo de donde uno viva. En España, 2,3 millones de euros. En Suecia, por ejemplo, casi el doble: 4,5 millones. Y si uno se fija en países como Luxemburgo o Mónaco, la estadística sube hasta los 10 y 12 millones respectivamente. En realidad, la barrera de entrada del club mundial de los tradicionalmente considerados como ultrarricos es de unos 30 millones de dólares netos —27 millones de euros—, excluyendo en la cuenta el valor de la residencia principal, los bienes de colección y los de consumo duradero, como los coches. Semejante criterio lo cumplen en todo el planeta unas 625.000 personas.

Es el dato que ofrece el último informe sobre riqueza mundial elaborado por la consultora Knight Frank, que además, constata que esta cifra se ha ido multiplicando conforme ha pasado el tiempo. El pasado 2023 cerró con un 4,2 % más de ultrarricos que el año anterior. Un crecimiento liderado por América del Norte y Oriente Medio. Solo Latinoamérica vio caer el número de personas ricas. Por su parte, Europa también quedó rezagada en términos de nueva generación de riqueza, pero el continente sigue albergando al 1 % más rico del mundo.

Futuro

Las estimaciones del informe apuntan a que de aquí al 2028 habrá un 28 % más de personas en el mundo que cumplan con la regla de los 30 millones de dólares. «Nuestro modelo de previsión apunta a un gran crecimiento de grandes fortunas en Asia, y especialmente en la India, dónde pueden crecer un 50 %, pero también en China, Malasia e Indonesia», dicen los autores del estudio.

En los próximos años, la distribución de la riqueza no solo cambiará en términos geográficos, sino que también se producirá una transferencia de dinero, a medida que la generación del baby boom —aquellos nacidos entre 1957 y 1977— entreguen las riendas a las generaciones jóvenes de los más ricos. La diferencia de perspectivas entre ambos grupos determinará las inversiones multimillonarias del futuro. Por ejemplo, un 80 % de los ultrarricos de la generación Z —nacidos entre 1995 y el 2000— se muestran preocupados por reducir la huella de carbono, frente al 59 % de los mayores.

Hay más diferencias. Por ejemplo, cuando se analizan los datos por edad, surge un patrón claro: los ricos jóvenes tienen mucha más confianza en las perspectivas económicas en comparación con los mayores. Solo el 52 % de los boomers con grandes patrimonios anticipan un aumento de su riqueza en los próximos doces meses, en contraste con el 75 % de los millennials (1981-1995) y Z que esperan un «crecimiento significativo». La confianza en conseguir hacerse todavía más rico también varía entre hombres y mujeres. Entre los mayores, ellos lo tienen más claro que ellas, pero entre los jóvenes las expectativas se invierten y un 80 % de mujeres esperan un crecimiento de su patrimonio. Solo hay una coincidencia: la propiedad sigue siendo clave para todos los grupos ricos. Aunque los de mayor edad piensan en invertir en inmuebles bastante menos que los jóvenes.