Más sectores a la inversión extranjera

María Puerto PEKÍN

MERCADOS

MARK R. CRISTINO | EFE

China promete más liberación de su mercado y anuncia que se abrirá a la inversión extranjera en sectores como la medicina y las telecomunicaciones.

19 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

 El propio presidente Xi Jinping, desde Francia y delante de un auditorio de empresarios, prometió crear más oportunidades para los inversores extranjeros y aseguró que están trabajando para reducir la lista negra de sectores todavía excluidos para la entrada de capital foráneo.

Fue una de las pocas buenas noticias comerciales que Xi anunció en su gira europea por Francia, Hungría y Serbia. La UE mantiene la amenaza de subir aranceles sobre los coches eléctricos chinos y las placas solares. Se investigará si son sectores subvencionados y por eso más competitivos que las empresas europeas.

Las restricciones que tienen las compañías e inversores extranjeros para acceder al mercado chino en igualdad de condiciones que las empresas locales es una de las recurrentes quejas de la comunidad internacional. La UE siempre ha reclamado al gigante asiático reciprocidad y apertura de su mercado.

Las palabras de Xi Jinping en Francia responden a un plan del gobierno para atraer inversión extranjera. La ralentización de la economía china y la caída de la inversión extranjera impulsan al gigante asiático a realizar reformas. En el 2023, la inversión foránea se redujo un 8 % anualizada alcanzando un mínimo histórico.

China quiere aumentar la presencia de capital extranjero en lo que el ministerio de Comercio califica de «sectores de alto nivel» en industrias claves.

El Gobierno se compromete a mejorar el acceso al mercado, reducir la burocracia y permitir la participación en licitaciones gubernamentales a las compañías extranjeras en igualdad de condiciones. La iniciativa incluye facilitar los flujos de datos transfronterizos para agilizar las operaciones de las empresas extranjeras con sus sedes.

El plan de apertura se empezará a introducir en cuatro zonas piloto de libre comercio (ZLC): Pekín, Shanghái, Guangdong y la isla de Hainan. En estas áreas se ofrece igualdad de oportunidades y se elimina el límite del 50 % de propiedad extranjera vigente para sectores hasta ahora calificados como críticos para la seguridad.

Las telecomunicaciones son uno de los ámbitos en los que se eliminarán restricciones, aunque no de forma total. La apertura afectará a empresas que se dediquen a servicios como el procesamiento de datos o transacciones en línea, redes de distribución de contenido y proveedores de servicios de internet. También están incluidos las plataformas de distribución de información. En cambio, quedan excluidos los servicios relacionados directamente con la información: producción de noticias y publicación en la web, radio o televisión por internet. Los servicios de protección y procesamiento de información también quedan fuera de la reforma.

En el campo de la medicina se liberaliza el acceso en áreas como el desarrollo y la aplicación de tecnologías de diagnóstico y tratamiento genético. También se abre a la inversión extranjera los servicios hospitalarios.

Entre las medidas complementarias para facilitar los negocios se incluye ampliar la penetración en el mercado de instituciones financieras extranjeras en el campo de los bancos y los seguros.

Las dificultades de acceso al mercado chino, la ruptura en las cadenas de suministro durante la pandemia y la inseguridad jurídica han provocado que muchas empresas decidan eliminar riesgos y renunciar a China. En el 2023, la ampliación de la ley de secretos de Estado, conocida popularmente como «ley anti-espionaje», causó preocupación entre los inversores extranjeros ya que extendía los secretos de Estado a los «secretos laborales». La redacción poco concreta, habitual en las leyes chinas, permite una amplia interpretación de lo que es revelación de secretos. El Gobierno realizó redadas y detenciones en empresas de consultoría extranjeras.