La empresa Movumtech, con sede en A Coruña, desarrolla soluciones de inteligencia artificial para dentistas basadas en la investigación científica
22 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Cualquier persona que lleve acudiendo varias décadas al dentista ha podido comprobar la progresiva adaptación tecnológica que están experimentando las consultas de los médicos especialistas en enfermedades de la boca; los odontólogos han pasado de hacer moldes de silicona que iban testando en las sucesivas consultas de sus pacientes, para terminar elaborando el aparato más adecuado, a realizar un completo diagnóstico tanto del paciente como de su evolución con innovadoras imágenes en tres dimensiones, que son el día a día de Movumtech, una empresa innovadora que tiene su sede en A Coruña.
«Esta digitalización no es sencilla y no es para todos, de hecho las estadísticas dicen que solo uno de cada tres dentistas se está pasando a lo digital y se está haciendo a marchas forzadas», reconoce Xavier P. Burgos-Artizzu. Ingeniero experto en inteligencia artificial, confundador de esta compañía que nació hace cinco años con el objetivo de desarrollar soluciones disruptivas para odontología basadas en la investigación científica. Él es la pata tecnológica y su socio Wenceslao Piedra Cascón aporta el lado médico, aunque especializado en nuevas tecnologías aplicadas a la odontología. Además está realizando el doctorado en la Universidade de Santiago de Compostela.
Varias patentes
En cualquier caso, a ellos les gusta definirse como científicos y en su camino han desarrollado varias patentes interesantes para el sector sanitario. Así, empezaron trabajando en el primer algoritmo de inteligencia artificial del mundo para una generación de paciente virtual en 4D que, después de tres años, ha obtenido la patente en Europa. A grandes rasgos, consiste en la creación de una copia clínica digital del paciente en el ordenador con el fin de poder hacer simulaciones de cirugías e implantes. «Es como un avatar, pero con precisión milimétrica», explica Burgos-Artizzu, ingeniero informático doctor en IA, que lleva años trabajando en el campo del reconocimiento facial, «mucho antes de que se pusiera de moda», explica. Y que decidió pasarse al ámbito sanitario al no interesarle la vertiente en la que estaba desembocando las aplicaciones de inteligencia artificial. «Me siento más científico e investigador», destaca.
La segunda herramienta lanzada por esta joven empresa llegó para solucionar uno de los problemas con los que se encuentra a menudo un dentista a la hora de trabajar, como es la dificultad de localizar modelos de implantes que llevan pacientes y que tienen que arreglar o adaptar: «Hay más de 3.500 modelos de 300 marcas a nivel mundial», explica. Y han creado una herramienta de reconocimiento de implantes por IA. «Se trata de un proyecto colaborativo que está funcionando», explica Xavier; se llama Implantifai y utiliza algoritmos de aprendizaje profundo y aprendizaje automático para analizar radiografías dentales y proporcionar una identificación precisa de los existentes. A día de hoy, tienen más de dos mil usuarios que la utilizan, de 55 países diferentes; tienen una opción gratuita que permite hacer un número limitado de búsquedas al mes, y otro de pago que ofrece un servicio más amplio. Su objetivo es poner a disposición de clínicas y laboratorios dentales la tecnología que desarrollan, «que hará que mejore su trabajo y también la comunicación no solo entre profesionales, sino también con el paciente», subraya su fundador.
Base científica
Y aunque reconocen que el sector está en pleno crecimiento y cada vez hay más empresas ofreciendo servicios en el mismo ámbito, ellos vuelven a destacar como valor su base científica: «Los algoritmos que desarrollamos los probamos nosotros mismos con pacientes reales hasta que demostramos que funcionan», destacan.
Sus clientes están, sobre todo, en España y Portugal, pero se extienden por todo el mundo. Y aunque la sede social está en A Coruña, esta empresa es 100 % digital y tiene a sus empleados repartidos por toda España; además, recientemente abrieron oficina en Madrid, pero reconocen que la decena de empleados desarrollan su trabajo en remoto.
En cuanto a capital, el pasado año cerraron una ronda de financiación privada, en la que entraron, sobre todo, profesionales del sector odontológico y están pendientes de lanzar una segunda: «Estamos a punto de despuntar y empezar a monetizar».