El Salvador: Bukele desafía al FMI con los bitcóins

Héctor Estepa
Héctor Estepa BOGOTÁ

MERCADOS

RODRIGO SURA | EFE

El Gobierno salvadoreño ha solicitado al organismo un préstamo por 1.300 millones de euros a cambio de

30 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Salvador sorprendió al mundo en el 2021, convirtiéndose en el primer país del globo en denominar a la criptodivisa bitcóin como moneda de curso legal. Fue un proyecto bandera del presidente Nayib Bukele para atraer inversiones y elevar el perfil del país centroamericano.

Cuatro años después, el panorama ha cambiado radicalmente. El Salvador ha firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un préstamo de 1.400 millones de dólares (1.301 millones de euros) con el objetivo de aliviar sus problemas financieros.

El marco de ese pacto restringe considerablemente la exposición del país centroamericano al bitcóin. La Asamblea Nacional salvadoreña ya aprobó, en enero, disposiciones que eliminan las facultades del bitcóin como moneda de curso legal. Las empresas privadas ya no están obligadas a aceptar la criptodivisa y no está permitido pagar impuestos con la moneda virtual, según las disposiciones de un Parlamento de abrumadora mayoría bukelista.

El Gobierno también se comprometió a privatizar la billetera digital nacional, conocida como Chivo Wallet, pero Bukele está desafiando a las autoridades del Fondo que reclaman un freno a la acumulación de la criptodivisa en las arcas estatales.

«No, no se detiene», escribió el presidente salvadoreño en su cuenta en la red social X el pasado 5 de marzo. «Si no se detuvo cuando el mundo nos condenó al ostracismo y la mayoría de los bitcoiners nos abandonaron, no se detendrá ahora y no se detendrá en el futuro», añadió Bukele, sin especificar cuándo los bitcoiners abandonaron al país.

Así respondió el presidente salvadoreño a un informe del equipo del FMI en su país, publicado el día anterior, que pidió que se detuviese la minería de bitcóin y el acopio estatal de la criptodivisa.

No han sido solo palabras. En el último mes, El Salvador ha comprado más de 40 bitcoines, según la información que el Gobierno ha hecho pública en internet, y el pasado 21 de marzo la Oficina Nacional del Bitcoin, dependiente del ministerio de Economía, reivindicó la política «un bitcóin al día, todos los días», a través de su cuenta en la red social X.

El Salvador contaba con 6.127 unidades este 26 de marzo, según esa misma fuente, equivalentes a unos 539 millones de dólares (501 millones de euros), tras las bajadas recientes del valor de la criptodivisa por el temor a que EE. UU. detone una guerra comercial. Las cuentas, eso sí, están en verde para el país centroamericano. La agencia Bloomberg calcula que El Salvador ha gastado unos 290 millones de dólares (269 millones de euros) en adquirir su reserva total de bitcóin, aunque se basa en sus propias estimaciones con los datos recabados durante años, ante la opacidad de registro en El Salvador.

Está previsto, precisamente, que el FMI reclame al país centroamericano las cuentas detalladas de su cartera, ganancias y pérdidas de bitcóin estos días, cuando las autoridades salvadoreñas deben presentar un primer informe sobre el cumplimiento del pacto con la institución con sede en Washington.

Parte de los analistas consideran que la negación de Bukele a frenar el acumulamiento de bitcóin podría poner en riesgo la credibilidad del cumplimiento del acuerdo por parte del Gobierno salvadoreño.

Otros creen que el FMI tiene la sartén por el mango, porque El Salvador acumula una deuda equivalente al 87,5 % del PIB, afrontará pagos de cuotas cuantiosos en los próximos años, mientras su crecimiento es exiguo, siendo por quinto año consecutivo el país que menos crece de Centroamérica y mantiene un déficit de balanza comercial superior a 8.000 millones de dólares (7.438 millones de euros).

Es decir, Bukele necesita esos fondos, habiendo renunciado también a emitir deuda denominada en bitcóin.