
La economía ecuatoriana ha entrado en recesión después de tres años consecutivos de crecimiento. El PIB decreció un 2 % en medio de una crisis de violencia y de incertidumbre política, con el proceso electoral que concluyó hace dos semanas. El panorama económico sufrió por una sequía histórica que afectó a la generación de energía, provocando cortes de electricidad, que llegaron a superar las 12 horas diarias y que generaron pérdidas por casi 2.000 millones de dólares, un 1,4 % del PIB. Cayeron el consumo, el gasto público y la inversión, aunque las exportaciones aumentaron y algunos sectores como el campo o las actividades financieras crecieron. Se trata de la tercera recesión registrada en el país desde que dolarizó su economía, hace 25 años.