El valor del patrimonio minero de Galicia

Irene Pérez GEÓLOGA Y MIEMBRO DE LA CÁMARA MINEIRA DE GALICIA

MERCADOS

cedida

La geología ha marcado la identidad gallega, tanto como el clima y el idioma. La comunidad cuenta con joyas de yacimientos, como los que se divulgan estos días

15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia, el paisaje no solo se contempla: se interpreta. El subsuelo esconde una actividad milenaria que refleja un estrecho vínculo entre sus habitantes y los recursos minerales. Hablar de patrimonio geominero es hablar de identidad, de memoria colectiva y de oportunidades de futuro. Es una base sólida sobre la que construir un relato cultural, turístico y económico con retorno social.

La geología ha marcado la identidad gallega tanto como el clima o el idioma. Desde el uso del sílex en tiempos prehistóricos, pasando por la minería del oro en la Gallaecia romana, descubrimiento de manantiales de aguas minerales y mineromedicinales, hasta las modernas explotaciones de hierro, wolframio, cuarzo o caolín, Galicia también ha vivido gracias a sus recursos geológicos. Pero, pocas veces se ha contado esta historia como parte esencial de nuestro patrimonio, ni se ha reconocido que conservarlo y difundirlo es un acto de inteligencia colectiva.

Es por ello por lo que iniciativas como las rutas guiadas de Patrimonio Geominero de Galicia, impulsadas por la plataforma Minería Sostenible de Galicia, adquieren un valor especial. El año pasado, más de cien personas descubrieron los cargaderos de mineral de Rande y del Coto Wagner, en la Ría de Vigo, o el origen geológico del filón de cuarzo del Pico Sacro.

Se trata de actividades que conectan a las personas con su entorno y con la memoria de quienes trabajaron y vivieron en esas tierras. La última de ellas, celebrada ayer, consistió en una ruta guiada desde el túnel de O Confurco (Ponteareas) hasta el Balneario de Mondariz, uniendo cuatro puntos de interés y siguiendo el recorrido de un proyecto de tranvía de principios del siglo XX, impulsado por Enrique Peinador para llevar gente desde Vigo y Porriño al Balneario.

Muchos antiguos yacimientos en todo el mundo son joyas de patrimonio minero y un reclamo turístico: las Reales Minas de Wieliczka y Bochnia, al sur de Polonia; el Parque Tanguá, en la ciudad brasileña de Curitiba; Las Médulas, en El Bierzo; o el Parque Minero de Riotinto, en Huelva, entre otros. Algunos de ellos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En Galicia, también contamos con elementos únicos que conforman un mapa singular de la memoria geominera: minas históricas como A Pontenova, museos como el de Cerceda, San Finx, Fontao y Quiroga, dos geoparques de la Unesco, rutas de senderismo geológico y una red de concellos con un importante pasado minero. Este legado merece ser comprendido y puesto en valor por su interés histórico y por su capacidad de conectar pasado, presente y futuro.

Reflejo de ello es la exposición urbana «Tesouros da terra», una muestra que recorre 2.500 años de historia minera en Galicia a través de paneles divulgativos, trasladando su papel en la transformación de la economía y la cultura. Impulsada por la Cámara Mineira con motivo de su centenario, fue inaugurada en A Coruña la semana pasada. Este lunes se trasladará a Ourense, donde podrá visitarse hasta el 1 de julio.

En un momento de cambio global, en el que se repiensan los modelos energéticos, Galicia tiene en su patrimonio geológico y minero una herramienta poderosa para mirar hacia el futuro sin renunciar a lo que ha sido. Conservarlo, estudiarlo y compartirlo no es solo una cuestión de memoria: es una inversión en identidad, cultura y sostenibilidad.