Guerra contra los «colados»

Juan Francisco Alonso LONDRES

MERCADOS

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Hasta 150 millones de euros anuales le cuesta al Metro de Londres el hecho de que uno de cada veinte viajeros del famoso «Tube» no pague su billete

29 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

 El «Tube» (Tubo), como popularmente se conoce al Metro de Londres, tiene varias curiosidades. Una de ellas es la forma tubular de sus túneles y trenes, de la que proviene su apodo. Otra es que es el sistema de transporte subterráneo más antiguo del mundo, con 162 años a cuestas. Sin embargo, la más importante, es que no es subsidiado por el Gobierno del Reino Unido, a diferencia de otros medios de transportes similares en Europa. Y, por ello, para su mantenimiento y operación depende de lo que recauda por la venta de billetes.

No obstante, hoy por hoy, uno de cada 20 usuarios del Underground (subterráneo, en español), su nombre oficial, no paga por trasladarse en sus convoyes, directamente se cuela. Así figura en el último informe de Transport for London (TfL), la empresa municipal que gestiona este sistema, así como a la red de tranvías y trenes superficiales que recorren la capital británica.

Semanas antes de que se publicaran estos datos, el diputado conservador Robert Jenrick puso el tema en el tapete. El político, quien fuera secretario de Estado de Inmigración en el anterior Gobierno de Rishi Sunak, salió con un equipo de filmación y persiguió a todo aquel que se colaba en la estación del metro de Stratford, al este de la ciudad, para increparlo por su actitud.

«Estoy muy molesto de ver cuánta gente rompe la ley y se sale con la suya», dice el parlamentario en uno de los vídeos.

Según el informe de TfL, los colados le costaron el año pasado al Metro 130 millones de libras (150 millones de euros). Y el problema lejos de resolverse pareciera que podría agravarse. ¿La razón? Esta semana el Ministerio de Transportes le exigió al alcalde de Londres, Sadiq Khan, que deje atrás su política de congelar las tarifas y acepte subirlas al ritmo de la inflación en los próximos cuatro años, a cambio de un crédito por 2.200 millones de libras (2.570 millones de euros) para inversiones en infraestructura en el subterráneo. De materializarse este anuncio, las tarifas del «Tube» seguirán siendo las más caras de Europa, de acuerdo con la organización no gubernamental London TravelWatch, la cual monitorea el funcionamiento del sistema de transporte en la capital británica.

Listos para la batalla

Para prevenir un aumento de los evasores, desde TfL han anunciado un paquete de medidas que incluye el despliegue de 500 nuevos interventores y un enfoque de inteligencia, donde se emplearán las cámaras de seguridad para identificar patrones de viaje y así localizar a los infractores reincidentes.

Con estas medidas, Siwan Hayward, directora de Seguridad de la empresa, espera reducir los cueles a 1,5 % para el 2030. «La evasión de tarifas es un delito que priva a TfL de miles de libras de ingresos vitales cada año que podrían reinvertirse en la red de transporte de Londres», afirmó el alcalde Khan, en un comunicado.

No obstante, la tarea se antoja complicada. En el último año, el número de denuncias por abuso o violencia verbal y física presentadas por empleados del Metro fue de 10.500, 5 % más que el período anterior. Y cerca de la mitad de estas quejas estuvieron relacionadas con viajeros que, en lugar de pagar su billete, se colaron y se protagonizaron incidentes al ser reprendidos por su acción.

¿Y el modelo qué?

Para algunos expertos, la situación debería obligar a las autoridades a revisar el actual modelo de financiación del Metro, en el que las subvenciones estatales no existen. «No hay excusa para evadir el pago de tarifas, pero su aumento apunta a un problema más amplio. Muchos londinenses se enfrentan a una presión financiera insoportable. Más de medio millón de personas tienen trabajos mal pagados, y el coste de todo, desde la vivienda hasta el cuidado infantil y el transporte, es mucho más alto en Londres», explicó Manny Hothi, director ejecutivo de la organización caritativa Trust for London.