El sector automotriz, en horas bajas

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

MERCADOS

ADAM VAUGHAN | EFE

Marcas como tampoco son capaces de capear el temporal que arrastra a toda la industria del coche en Europa, y la producción registra

03 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Jaguar, Land Rover, Rolls Royce o Bentley. Estas son algunas de las marcas de coches más famosas de la poderosa industria automotriz británica. Sin embargo, el reconocimiento de estos nombres no ha impedido que el sector atraviese uno de sus peores momentos en más de siete décadas.

Entre enero y junio de este año, salieron de las distintas fábricas 417.200 unidades nuevas, informó la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles (SMMT, por sus siglas en inglés) en un informe publicado a finales de julio. Desde 1953 no se registraba una cifra similar, excluyendo 2020, cuando debido a la pandemia del covid-19, las plantas produjeron aun menos, porque muchas cerraron o tuvieron serios problemas de suministros.

«Este ha sido uno de los períodos más difíciles para el sector», admitió Mike Hawes, director ejecutivo de la SMMT, quien añadió que esperaba que la industria fuera capaz de volver a entrar en la senda de la recuperación. «La opinión general es que estemos en su punto más bajo», agregó.

Las causas de la crisis

La guerra comercial que Donald Trump declaró contra el mundo nada más volver a la Casa Blanca a principios de este año, y de la que no escapó el Reino Unido, es una de las razones que dan desde el sector para explicar este mal resultado. A finales de marzo, el presidente de Estados Unidos anunció que le impondría un arancel del 25 % a los coches británicos.

Y aunque en mayo Londres y Washington firmaron un acuerdo por el cual las tasas fueron reducidas al 10 % para hasta 100.000 vehículos, la medida original hizo que algunas empresas ralentizaran o detuvieran en seco la producción en el primer semestre de este año. Estados Unidos es el segundo mercado para la industria automotriz británica.

Los aranceles hicieron que la SMMT revisara su pronóstico para el 2025, reduciendo su previsión de producción desde 815.000 unidades hasta 755.000. Asimismo, desde la agrupación prevén que la producción no volverá a los niveles que tenía en el 2021, de un millón de vehículos anuales, hasta finales de la década.

Durante el primer semestre, el número de coches particulares producidos se redujo 7,3 %, pero la peor caída se registró en el renglón de las furgonetas, donde la cifra fue del 45 %.

El cierre de la planta de Vauxhall en Luton, a 55 kilómetros al norte de Londres, es la causa de esta drástica disminución, tal y como figura en el reporte de la SMMT. El cese de operaciones de la fábrica fue anunciada hace siete meses y con ella se puso fin a una tradición de 120 años que tenía Luton como centro automotriz.

Los eléctricos, la esperanza

Para ayudar a una industria calificada como «la joya de la corona», las autoridades han anunciado que destinarán 650 millones de libras (750 millones de euros) en ayudas para que los ciudadanos puedan adquirir coches eléctricos fabricados en el país, en lugar de los chinos que son más económicos.

El regreso de las subvenciones fue anunciado por el ministro de Comercio, Jonathan Reynolds, quien informó que los compradores recibirán hasta 3.750 libras (4.326 euros) para algunos vehículos eléctricos con un precio igual o inferior a 37.000 libras (42.720 euros).

La noticia, sin embargo, fue recibida con cautela por los fabricantes. «El problema radica en que no lo sabemos. Nadie lo sabe, pero nadie, ni siquiera el Gobierno, sabe realmente todavía qué modelos y cuáles marcas calificarán (para las ayudas)», declaró Hawes a la BBC.