
La moda china ha invadido el mercado africano , provocando que las que venden allí empresas francesas dejen de ser interesantes
10 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En Kenia, destino final de la fast-fashion, el comercio de la ropa de segunda mano comienza a sufrir una fuerte saturación, lo que repercute a su vez en el sector del reciclaje y reutilización de ropa en Francia, que se encuentra bloqueado.
Este negocio se basa esencialmente en el envío de ropa usada a África. Cada mes desembarcan en Mombasa 500 contenedores repletos de prendas procedentes del mundo entero. Pero, desde hace varios meses, la moda china ha invadido el mercado africano con precios imbatibles, provocando que la de segunda mano deje de ser tan interesante como antes y sus potenciales clientes la estén dejando de lado.
En Francia —donde se recogen cada año alrededor de 270.000 toneladas de residuos textiles—, en el 2023 (antes de que se agotaran los mercados africanos) el 60 % de la ropa y el calzado se revendía de segunda mano, de los que el 90 % eran exportados. El reciclaje de la materia prima solo afectaba al 22,6 % del total. La congestión del mercado africano ha dejado obsoleto el sector de la reutilización de ropa, y la situación ha ido empeorando a lo largo de los últimos meses, provocando que en los países de origen se acumulen importantes volúmenes de prendas que no pueden ser recogidas.
Es lo que ha pasado en Francia, donde poco a poco van desapareciendo de las ciudades los 47.000 contenedores repartidos por todo el territorio y en los que la gente solía depositar lo que no usaba. Cada vez son más las asociaciones y organismos especializados en el reciclado que tiran la toalla. Es el caso Emmaüs Francia o Cruz Roja, que reconocen que están «inundados por los productos nuevos procedentes de China que resultan menos caros que el reciclado».
Además, como comenta Jean-Michel Monnet-Paquet del Secours Populaire a BFMTV, «cerca del 30 % de la ropa que recibimos no la podemos reintroducir en la circulación» a causa de la mala calidad de las piezas, lo que les obliga a hacer un trabajo costoso de selección, por lo que prefieren rechazarlas. En algunos vertederos advierten a los ciudadanos de que no se molesten en entrar porque están a rebosar.
PRotestas en las tiendas
El pasado mes de julio, Le Relais, miembro del movimiento Emmaüs, que recoge cerca de dos tercios del volumen anual de ropa, decidió verter varias toneladas a las puertas de las grandes tiendas de prêt-à-porter para protestar por la situación en la que se encuentran; ya que además de los gastos de colecta, se enfrentan ahora a una explosión de los de almacenamiento. Aseguran que esta situación les ha llevado al borde de la suspensión de pagos con la puesta en peligro de 3.000 puestos de trabajo.
Además, suspendieron durante diez días las recogidas para incrementar la presión sobre el Gobierno con el objetivo de obtener una revalorización de las contribuciones que reciben para así poder equilibrar sus cuentas. Esta eco-contribución es un impuesto recaudado por Refashion, un organismo ecológico tras el que se encuentra el Gobierno encargado de acompañar a la industria de la moda para financiar el fin de la vida útil de la fabricación. Este organismo redistribuye luego a las asociaciones y empresas de recogida, clasificación y reciclaje una parte de los 3 céntimos que el consumidor paga por cada prenda nueva, es decir, 156 euros por tonelada.
Finalmente, han obtenido una respuesta del Ejecutivo. La ministra de la Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, ha desbloqueado una partida de 15 millones de euros, lo que eleva a 49 millones el importe total de la ayuda estatal al sector en el 2025. Y está previsto una nueva subida para el 2026, hasta alcanzar los 57 millones.
Para Le Relais, esta ayuda es considerada como «un gran avance», aunque «sigue siendo insuficiente». Su presidente, Emmanuel Pilloy, precisa que en realidad no se trata de una ayuda suplementaria del Gobierno, sino una mejor redistribución de la «eco-contribución», ya que hasta ahora los actores de la filial del reciclaje solo recibían 0,8 de los 3 céntimos que se cobran por cada uno de los 3.500 millones de artículos nuevos que se venden cada año.
El anuncio del Gobierno permitirá aumentar el valor de la tonelada de ropa recogida y clasificada de 156 a 223 euros, aunque muy por debajo de los 304 euros que serían necesarios según los responsables de Le Relais.
Sin embargo, antes es imprescindible que Refashion acepte la solicitud del Gobierno. De momento solo han dicho que se trata de un «esfuerzo considerable» y esperan más detalles sobre la aplicación de la orden.