La sociedad analiza procesos de cualquier sector, pero es en el de la salud donde ha avanzado más
19 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El de InVerbis es un caso paradigmático de la transferencia del conocimiento, ya que la spin off, constituida oficialmente, nace de la unión de dos líneas de investigación que se desarrollaban en el Citius, el centro de investigación en tecnologías inteligentes de la USC. «En base a esas dos líneas surgió la idea de crear un producto de análisis de procesos que incluyese capacidades de generación de informes textuales a partir de los datos de analítica que produjeran eso algoritmos». Lo explica Alejandro Ramos, director de tecnología de la empresa, que dio sus primeros pasos al abrigo del programa Ignicia.
Aunque tiene capacidad para analizar procesos de cualquier sector, la experiencia ha demostrado a InVerbis que donde pueden ser más útiles es en el sector sanitario. «Vimos que era donde había mucho encaje, porque para analizar y mejorar procesos es necesario que haya una intervención humana importante», explica Ramos. Es decir, buena parte delos procesos tienen un componente humano.
Su plataforma analiza mecanismos en distintos ámbitos, desde la facturación hasta la gestión de los pacientes. «Es lo que nosotros llamamos el viaje del paciente», el recorrido que realizan desde la llegada al hospital, consulta, pruebas, diagnósticos, tratamiento y alta. Su plataforma es capaz de identificar ineficiencias, redundancias o cuellos de botella que se pueden estar produciendo en un proceso sanitario, como por ejemplo el de la estenosis aórtica. «Cada paciente pasa por una serie de estados», explica Ramos. InVerbis analiza por dónde pasan, el tipo de pruebas que se les realiza «y sobre todo cuándo. Una de las partes importantes es ver dónde se estanca». Y después, identificar la causa de ese cuello de botella.
En definitiva, InVerbis ofrece una fotografía detallada de un proceso sanitario para así hacerlo más eficiente, lo que revierte en un ahorro de costes. Además, la spin off puede proporcionar cuadros de mando adaptados a cada caso en el que se pueden visualizar las métricas del tipo de proceso de análisis. Es más, también tienen la capacidad de continuar alimentando con datos de forma regular, con lo que es posible ver la evolución de ese proceso. «Sobre esos datos actualizados pueden ver cómo varían los indicadores relevantes», aclara Alejandro Ramos, que también destaca como la gran ventaja de mantener una relación fluida entre la academia y el tejido productivo. No solo proporcionan un contacto con las necesidades reales de los clientes, sino que tienen la capacidad de proporcionar al ámbito científico datos reales para testar sus proyectos.