Érase una vez en América

Ignacio Ferreiro González

MOTOR ON

A partir de 1960 se producía un apreciable cambio de tendencia en la estética de los automóviles estadounidenses, en el que marcaría la pauta el trabajo de Bill Mitchell, responsable durante casi dos décadas de los modelos del grupo General Motors.

21 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Suceder a Harley Earl al frente del departamento de diseño de General Motors, que agrupaba a Cadillac, Chevrolet, Buick, Oldsmobile y Pontiac, no parecía una tarea fácil. Lo había dirigido desde su implantación en 1928, cuando GM se convertía en el primer fabricante en contar con un departamento de este tipo, y seguiría a cargo del mismo durante más de 30 años, hasta su jubilación en 1959. A Bill Mitchell, que en 1936 había sido contratado por el propio Earl como diseñador de Cadillac y que desde 1954 ocupaba el cargo de director de Styling bajo sus órdenes, le correspondería recoger el testigo.

Ya como responsable de la Style Section de General Motors, y con cargo de vicepresidente, Mitchell impondría un cambio radical en las pautas de diseño utilizadas por Earl, eliminando gran parte del exceso de cromados y las aletas que habían caracterizado los modelos de los años 50, para desarrollar en la década de los 60 una línea más limpia y aerodinámica, que obtendría éxitos importantes con modelos como el Buick Riviera de 1963, un automóvil en el que Mitchell pretendía combinar las pautas de diseño de Rolls Royce y Ferrari, y la segunda generación del Corvette, el Sting Ray, del mismo año.

Además de modelos diseñados bajo las órdenes de Earl como el Cadillac Sixty Special de 1938, el Cadillac Coupe DeVille de 1955 o el Chevrolet Bel Air de 1955, Mitchell será el responsable último del diseño de vehículos emblemáticos como el Pontiac Grand Prix de 1963, el Oldsmobile Toronado de 1966, el Cadillac Eldorado de 1967, el Chevrolet Camaro de 1970, el Cadillac Seville de 1975 o el Chevrolet Impala de 1977, para lo que contaría con un equipo por el que pasarían diseñadores tan reconocidos como Larry Shinoda, Pete Brock, Chuck Jordan, Tony Lapine o David North.

Pero de entre tal cantidad de modelos será la segunda generación del Corvette la que le supondrá su mayor reconocimiento como diseñador, tanto por el reto que suponía renovar la versión original de 1953, convertida ya en un clásico, como por el brillante resultado alcanzado, añadiendo además al convertible una variante cupé, con la que no contaba el modelo original. A la brillante mecánica desarrollada por Zora Arkus-Duntov le añadiría Mitchell un envoltorio que recogía las líneas planteadas en estudios experimentales como el XP Stingray de 1958 y el prototipo de competición SR2 de 1959, y que se perfeccionaría con pruebas en el túnel aerodinámico del Instituto de Tecnología de California. Características llamativas del nuevo modelo eran los faros pop-up, y en la versión cupé las puertas que incluían parte del techo para facilitar el acceso, y la trasera fastback que cubría un maletero accesible únicamente desde dentro, con su característica ventana partida. Más de 45.000 cupés y más de 72.000 convertibles del Sting Ray fabricados entre 1963 y 1967 acreditarían el éxito del modelo.

Nacido el 2 de julio de 1912 en Cleveland (Ohio), hijo del propietario de un concesionario de Buick, Mitchell mostró desde una temprana edad talento para dibujar automóviles, que desarrollaría con sus estudios en el Carnegie Institute of Technology, en Pittsburgh (Pennsylvania) y en la Art Students League en Nueva York. Después de terminar la escuela de arte, Mitchell comenzaría a trabajar en Barron Collier Advertising, una agencia de publicidad con sede también en la ciudad de Nueva York, donde realizaría diseños e ilustraciones publicitarias que incluían los anuncios norteamericanos del fabricante británico MG, alternando su trabajo en la agencia con ilustraciones para el Automobile Racing Club of America.

Al igual que su predecesor, Mitchell llegaría en su puesto a la edad de jubilación obligatoria en GM de 65 años, retirándose en julio de 1977, tras lo que fundaría su propia firma de consultoría de diseño, William L. Mitchell Design, que se mantendría activa hasta 1984, y desde la que trabajaría para empresas como Goodyear o Yamaha. A la edad de 76 años fallecía a causa de una insuficiencia cardíaca en el Hospital William Beaumont en Royal Oak, Michigan, el 12 de septiembre de 1988.