La moto más «cara» del mundo

Por Javier Armesto

MOTOR ON

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Mejorar lo que ya era casi perfecto es una tarea complicada, pero en Yamaha lo han conseguido con esta TMAX Tech MAX, el mejor maxiescúter por comportamiento dinámico y tecnología.

19 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Igual que en aquel anuncio de «el turrón más caro del mundo», el adjetivo del título no tiene que ver con el precio —aunque este no sea precisamente económico—: caro también significa querido, amado, apreciado, valorado... que es precisamente lo que representa la Yamaha TMAX, un modelo que lleva ya más de dos décadas en el mercado (se cumplieron el año pasado), con un éxito incontestable, y que ha pasado de ser el mejor escúter deportivo a convertirse en el mejor maxiescúter, sin discusión.

Cierto que si analizamos la relación precio/potencia, la TMAX Tech MAX que hemos probado (15.799 euros) se sitúa muy por encima de la mayoría de las mejores y más impresionantes motocicletas del planeta: con 47 CV, sale a 336 euros por caballo, superior por ejemplo a la Honda Gold Wing (241 euros/CV), la Ducati Panigale V4 SP2 (201), la BMW R 1250 GS Adventure (157), la Honda Fireblade 30 Aniversario (142) o la propia Yamaha R1, cumbre de la marca nipona, que con 112 euros por caballo casi nos parece una ganga a pesar de los 22.449 euros que cuesta. Solo las mayores gran turismo de Harley Davidson, como la CVO Road Glide Limited (505 euros/CV) o la Ultralimited (420) superan a la TMAX en esta curiosa clasificación, pero hablamos de modelos que van de los 36.000 a los 53.000 euros y en los que la potencia siempre ha figurado en un segundo plano.

La potencia nunca ha sido un problema en la TMAX, capaz de seguir e incluso superar en cualquier carretera a las más rápidas superdeportivas, que solo la dejarían atrás —muy atrás— en la recta del circuito de Losail (Catar), donde las motos superan los 350 km/h. La TMAX tiene una estabilidad extraordinaria, sus neumáticos de 15 pulgadas se pegan al asfalto como una lapa y entra en las curvas sola, y esto no es una boutade literaria: pareciera como si la moto viera realmente lo que tiene delante y se anticipase a la reacción del piloto, dejándose caer y facilitando la maniobra de inclinar y levantar.

El equilibrio dinámico de este escúter se aprecia cuando conducimos entre el tráfico urbano y tenemos que detenernos porque frena un coche o llegamos a un semáforo; por un instante da la impresión de que no haría falta poner los pies en el suelo, como cuando Michael Jordan se elevaba y permanecía en lo alto una fracción de segundo, antes de fusilar el aro, mientras los rivales ya estaban cayendo. El chasis de aluminio ultraligero y unas suspensiones firmes garantizan un comportamiento intachable, y los frenos con pinzas radiales detienen la moto sin titubeos. Pesa 220 kilos en orden de marcha, incluyendo los 15 litros de combustible, que nos van a permitir más de 300 kilómetros de autonomía.

El apellido Tech no es un adorno y es que el arsenal tecnológico de la TMAX es interminable: navegación de mapa completo en la pantalla del cuadro de instrumentos, parabrisas regulable eléctrico, control de velocidad de crucero, puños y asiento calefactados, control de tracción, dos modos de conducción, mandos retroiluminados y funcionamiento sin llave mediante la Smart Key, que con solo dos botones facilita arrancar la moto, bloquearla o abrir el asiento.

Si nos fijamos solo en el precio, habrá a quien la TMAX le parezca cara; nosotros preferimos decir que vale lo que cuesta. Y si nos referimos a esas sensaciones que se tienen cuando uno se pone a sus mandos, frente a ese manillar de aluminio forjado y escuchando el sonido gutural de su escape, entonces, definitivamente, esta moto no es cara: es carísima.

Yamaha Tricity 300: inclina sin miedo

Con el mismo motor monocilíndrico de 292 cc y 27,6 caballos de la XMAX 300, que se ha convertido en un éxito de ventas para Yamaha, la Tricity 300 ofrece movilidad urbana sobre tres ruedas enfocada a un público diverso. Conductores con el carné B de coche que quieren iniciarse en el mundo de las motos, personas mayores que no se sienten totalmente seguras sobre dos ruedas o incluso aficionados que tienen alguna limitación física para poner los dos pies en el suelo pueden ahora disfrutar del placer de rodar con un vehículo que aúna practicidad y comodidad.

La clave del Tricity 300 es su sistema de bloqueo de inclinación, que permite al pulsar un botón que el escúter se sostenga solo cuando paramos en un semáforo o un cruce. De esta forma no es necesario sacar los pies de la plataforma y, para reanudar la marcha, basta con girar el puño del acelerador —con decisión— y el sistema se desbloquea.

La suspensión delantera, con doble horquilla telescópica y neumáticos de 14 pulgadas (conviene controlar que tienen la misma presión), proporciona una gran sensación de confianza al girar y especialmente cuando circulamos sobre mojado. Podemos tumbar sin miedo y también frenar con la seguridad que dan sus discos de 267 mm delanteros y el trasero de idéntica medida, asistidos por ABS.

La aceleración es suave y progresiva —dispone también de control de tracción— y la protección frente al viento es elevada, especialmente con la cúpula alta opcional que montaba nuestra unidad de prueba. El cuadro de instrumentos, monocromo pero muy claro y ordenado, nos informa del nivel de gasolina y de los parciales de viaje. Con espacio para dos cascos bajo el asiento, encendido sin llave y una capacidad de 13 litros en el depósito, la Yamaha Tricity 300 está disponible por 8.599 euros.