En dos carreteras de Palencia están los radares de tramo más largos de España. Vigilan trayectos de hasta 32 kilómetros. Eso es impensable en Galicia, donde travesías, cruces y núcleos de población impiden fijar un mismo límite de velocidad en tramos tan largos.
02 dic 2024 . Actualizado a las 09:57 h.L a Dirección General de Tráfico apuesta cada vez más por los radares de tramo, y a lo largo de este año y el próximo instalará decenas de dispositivos de este tipo en toda España. En Galicia están previstos cinco, y algunos ya están situados en su ubicación, aunque no están operativos. Es el caso de los que se encuentran en las carreteras PO-340, entre Tui y Gondomar, y AC-552, a la altura de Bértoa, en Carballo, que está previsto que entren en funcionamiento antes de que acabe este año. Son radares en vías convencionales, que es donde Tráfico cree que tendrán mayor efectividad, ya que en ellas se producen la mayoría de los accidentes mortales. Se llaman de tramo porque calculan la velocidad media de los vehículos entre dos puntos. En Galicia, estos radares vigilan tramos cortos, de no más de cinco kilómetros. Eso se debe a que en la red viaria gallega hay miles de cruces, enlaces y travesías que obligan a fijar distintos límites de velocidad, lo que impide un control continuado en espacios muy largos.
RECTAS LARGAS SIN TRAVESÍAS
No sucede así en otras partes de España, en las que el diseño de las carreteras sí permite establecer una vigilancia permanente durante trayectos de muchos kilómetros. El ejemplo más llamativo se encuentra en la provincia de Palencia, donde operan los radares de tramo más largos de España. Son dos dispositivos que controlan la velocidad en las carreteras autonómicas CL-615, entre Palencia y Guardo, y CL-613, que comunica Palencia con Sahagún. El trazado de esas vías no tiene nada que ver con las de Galicia, pues cuentan con larguísimas rectas en las que apenas hay intersecciones y salidas, y las que hay enlazan con poblaciones de muy pocos habitantes. En la CL-615 hay dos tramos vigilados, uno de ellos el más largo de España. Controla 32 kilómetros en un sentido y 22 en el otro. El segundo control de esa vía vigila la velocidad durante 12 kilómetros. El segundo radar de tramo más largo está situado en la CL-613 y controla 20 kilómetros.
A 90 EN TODO EL TRAMO
Esas dos carreteras palentinas discurren por zonas casi despobladas en las que no hay travesías ni núcleos residenciales que obliguen a establecer limitaciones específicas de velocidad, por lo que resulta más fácil extender la vigilancia durante decenas de kilómetros. De hecho, en los tramos controlados por los radares de las carreteras CL-615 y CL-613, la velocidad máxima es de 90 kilómetros por hora, que es la genérica para las vías de esas características, es decir, convencionales de doble sentido y sin separación física en la mediana. Y aunque hay algunos desvíos para dirigirse a poblaciones situadas en el entorno, estos son mínimos por lo que la DGT asume que hay un pequeño número de conductores que no van a ser vigilados porque salen antes del punto final del tramo. «Pero la mayoría de los usuarios sí que son controlados por esos radares», tal y como explica Fernando Alonso, que es el jefe de Tráfico en Palencia. Alonso destaca la eficacia de los sistemas de vigilancia de la velocidad instalados en esas dos carreteras porque «han salvado y seguirán salvando vidas». Expone el jefe de Tráfico que desde el año 2017, cuando se colocaron esos dispositivos de vigilancia, el número de muertos en accidentes en esas dos vías bajó de 17 a 3.
SINIESTROS MENOS GRAVES
Los datos de siniestralidad avalan la efectividad de los dos radares de tramo más largos de España. Durante los seis años anteriores a su instalación, entre el 2011 y el 2017, se produjeron 1.004 accidentes graves en ambas carreteras. Además de los 17 muertos, en esos siniestros hubo 222 heridos. La comparación con los seis años posteriores muestra una reducción de la gravedad de los siniestros, lo que desde la DGT se achaca al descenso de la velocidad en los tramos controlados. Así, la cifra de siniestros fue casi similar, con 993 accidentes, pero bajó mucho el número de fallecidos (hubo 3) y de heridos (hubo 114).