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Apoyado por tecnologías como la hibridación ligera y el AdBlue, este Mercedes GLC tiene bajas emisiones y es una excelente opción para viajar. Tiene un motor solvente que consume poco, mucho espacio interior y, además, tracción a las cuatro ruedas.
08 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Mercedes GLC es el SUV de la marca alemana más vendido en España, y después de probarlo durante varios días entendemos perfectamente por qué. Es un coche que no llama la atención especialmente por su diseño como otros de su segmento, donde parece que las siglas de Sport Utility Vehicle son sinónimo de tanque. En vez de ángulos imposibles, pasos de rueda sobredimensionados y un aspecto musculoso, el GLC tiene una línea elegante y formas suaves a lo largo y ancho de toda su carrocería. Los faros Digital Light, con tres led de alta potencia que reflejan su luz a través de 1,3 millones de pequeños espejos, llaman la atención por la noche, al igual que sus pilotos traseros.
En el interior se respira un ambiente refinado, con una selección de materiales (símil piel forrando la parte superior de las puertas y el salpicadero, molduras que imitan la fibra de carbono y asientos tapizados en microfibra) combinados con buen gusto y un ajuste perfecto.
En vez de la tradicional superficie corrida que alberga dos pantallas en paralelo (solución iniciada por Mercedes y ahora copiada por la mayoría de los fabricantes), en este modelo se ha optado por una pantalla multifunción de 11,9 pulgadas dispuesta en vertical en la consola central, levemente inclinada hacia el conductor. La interfaz digital MBUX integra los mandos del climatizador, por lo que el número de botones físicos se reduce a una estrecha tira situada debajo y que alberga el selector de modos de conducción, la tecla para activar la cámara perimetral y un sensor de huella dactilar. Posando el dedo sobre este último, el usuario que se ponga a los mandos del coche puede cargar de golpe su perfil personal, con todos los ajustes de reglaje del asiento, volante, retrovisores, además de la agenda personal o los destinos favoritos del navegador.
En un coche de 4,72 metros de longitud, Mercedes ha conseguido un equilibrio brillante entre el espacio para los pasajeros de atrás y el del maletero. Este último tiene 600 litros de capacidad, con una forma cuadrada que lo hace muy aprovechable y un gran hueco debajo del piso donde se puede ocultar incluso una maleta.
La versión 220 d 4Matic, diésel de 197 CV y tracción delantera, ofrece unas buenas prestaciones, acelerando de 0 a 100 km/h en 8 segundos justos. Es un coche que pesa 2.000 kilos, pero la caja automática de ocho velocidades gestiona acertadamente los cambios para moverlo con soltura. La suspensión sobresale por su amabilidad y la tracción 4x4 ayuda a sujetar el GLC al suelo, aunque en virajes muy rápidos no puede evitar cierto balanceo: no tiene una batería de 600 kilos en el suelo como los eléctricos puros, que gracias a ello consiguen un centro de gravedad muy bajo.
A cambio, este diésel ofrece un consumo muy reducido, de entre 6 y 6,5 litros a los 100, con lo que la autonomía puede superar los mil kilómetros, algo con lo que ningún vehículo con batería de iones de litio puede soñar. El GLC también tiene una, muy pequeña y que alimenta el sistema mild hybrid, donde un motor eléctrico de 23 CV asiste al de combustión en el arranque y cuando le pedimos un extra de potencia. De hecho, cuando encendemos el coche y también al circular no parece que estemos en un diésel, pues funciona de forma muy suave y la rumorosidad es mínima. La hibridación ligera permite que este GLC tenga la etiqueta ECO y también contribuye a la reducción de emisiones, junto al líquido AdBlue.
La altura de la carrocería al suelo es de 17,9 centímetros, pero con los muelles neumáticos opcionales puede llegar hasta 20,4 cm y todavía se puede subir más (24,9 cm) con el Paquete Técnico Offroad. En el cuadro de instrumentos y la pantalla MBUX hay un menú adicional donde aparecen datos relevantes a la hora de circular fuera de la carretera, como ángulos de inclinación de la carrocería, una brújula o la presión y temperatura de cada neumático.
El precio del GLC 220 d 4Matic parte de 63.800 euros, pero equiparlo a tope como nuestra unidad de prueba, que llevaba el pack AMG Premium Plus, supone 15.000 euros más.