
Cada año en el mes de julio, el condado de Chichester, en el sur de Inglaterra, se convierte en el epicentro mundial del mundo del motor con la celebración del Goodwood Festival of Speed. Un evento único donde se venera al automóvil y la motocicleta con gran pasión por la velocidad.
10 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Una espectacular casa de campo del año 1600 con su descomunal finca de 4.900 hectáreas situada en el condado de Chichester, al sur de Londres, se convierte cada mes de julio en el epicentro mundial del motor con la celebración del Goodwood Festival of Speed, el evento de motor más importante del mundo. El propietario de esa parcela, el duque de Richmond, está encantado de que sus terrenos se llenen de aficionados al motor llegados de todo el mundo, y que por su colina de asfalto, de apenas 1,9 kilómetros de largo, suban durante el fin de semana coches y motos de todos los tipos y colores, haciendo rugir sus motores y derrapar sus ruedas para deleite de los allí presentes.
Se trata de un evento que respira auténtica pasión por el motor, ya que cualquier aficionado que pague una entrada podrá ver a escasos metros, y sin ninguna restricción, coches y motos únicos en el mundo, charlar con pilotos de prestigio internacional y fotografiarse con ellos. Este año, por ejemplo, se rendía homenaje a los 75 años de la Formula 1 y por eso había monoplazas de todas las épocas subiendo la colina a manos de pilotos como Mika Häkkinen o Nigel Mansell, entre muchos otros. También tienen su espacio coches de Le Mans o de ralis. Este año se rendía homenaje al piloto Colin McRae y se congregaron algunos de los coches con los que durante años compitió el fallecido piloto escocés.
Es tal el nivel de repercusión mediática que ha alcanzado el Festival of Speed que muchas marcas utilizan este evento para presentar nuevos coches y mostrarlos por primera vez en público. Toyota, por ejemplo, llevó dos prototipos de un futuro modelo deportivo biplaza que posiblemente se presente de forma definitiva en unos meses, generando muchísima expectación al aparecer por sorpresa en Goodwood.
Por todo ello, el Goodwood Festival of Speed se ha convertido en cita ineludible para marcas y aficionados. Un evento pensado para disfrutar, en un entorno único, de la pasión más auténtica por el motor, porque allí no hay restricciones ni normas absurdas que lo prohiban.