El cotilleo nacional

| ARTURO MANEIRO |

OPINIÓN

05 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

LA TELEVISIÓN ha convertido a toda España en un cotilleo permanente. Los datos de audiencia indican que durante el año 2003 que acaba de finalizar, veinte millones siguieron los programas televisivos en los que se muestran la vida íntima o privada de los demás. Esto quiere decir que para los espectadores de este país hay unos ingredientes que logran el éxito casi seguro: personas o personajes famosos, reales o ficticios, vivos o muertos, información de sus intimidades, debate público sobre sus vidas o tratamiento informativo desenfadado sobre sus aventuras. Todo ello debidamente combinado, con unas u otras variantes, hace furor entre los españoles. Se trata de divertir al espectador con las peripecias de personas con una vida auténticamente pública. En unos casos se toma a broma lo que hacen, lo que dicen, lo que viven. En otros programas se llega a auténticas disecciones psicológicas de los personajes o se logra que justifiquen públicamente su vida, su aventura, su matrimonio, su emparejamiento o su ayuntamiento con tal o cual famoso de turno. Un auténtico pozo sin fondo. Es como el circo humano, en donde todos pretenden el más difícil todavía. «Si esto le sorprendió, no se marche, porque lo que viene a continuación es más sorprendente todavía...». Se podría pensar que veinte millones de españoles ante la pantalla para ver tales programas es mucho decir. Sin embargo, la suma de las audiencias de los espacios más significativos dan esas cantidades. Y eso se produce al analizar tan sólo aquéllos que son específicamente de cotilleo o debate, sin entrar en otros más amplios, como es el caso de Día a Día , Así es la vida , Gran Hermano , o Pecado original, por poner algunos ejemplos donde el cotilleo también es la base principal. Se podría suponer que son siempre las mismas personas quienes ven todos los programas de esta especie, puesto que son a horas, días distintos y contenidos diversos. Unos programas son diarios y otros semanales, unos son absolutamente frívolos y otros más informativos. Unos son más basura y otros algo limpios En este caso nos encontraríamos con una masa aproximada de 3 millones de españoles que no se perdieron uno en todo el 2003. Veamos casos concretos del último trimestre: Tele 5, con Aquí hay tomate ( 2,7 millones, en número redondos), Crónicas Marcianas (2 millones) y Salsa Rosa (2,5) suma unos 7,5 millones de españoles viviendo el cotilleo. Antena 3, con ¿Donde estás corazón? (2,5 millones) y Ahora ( 2) suma 4,5 millones de espectadores cada semana. TVE-1 con Corazón de Otoño (2,5), Corazón, Corazón (2,3) y una parte de Gente (3 millones), también llega a la cifra de 7,8 millones de espectadores. En conjunto suman casi 20 millones de ciudadanos. Espectadores de todas clases y edades. Predominan los públicos de clase media y baja, pero así es el perfil de la sociedad española. También se registra alguna presencia de niños menores de 12 años adiestrándose en este difícil arte del cotilleo nacional. Éste ha sido el panorama del año que acabó, sólo cabe desear que el 2004 cambie las tendencias de programación y las costumbres de los espectadores y dejen la vida poco ejemplar de los famosos para ellos mismos.