Republicanos catalanes a la conquista de España

OPINIÓN

13 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

ESQUERRA REPUBLICANA de Cataluña es un conglomerado de partidos políticos que ha conseguido el respaldo del 20 por ciento de los votantes de aquella comunidad autónoma. En sentido estricto, y según las cálculos matemáticos más rigurosos, el 80 por ciento de los catalanes no querían que gobernara este partido. Sin embargo, con tal porcentaje, el PSOE catalán le ha dado unas cotas de poder nunca soñadas, y ahora manda en la Generalitat catalana junto con Pasqual Maragall y sus respectivos hermanos. Nadie había conseguido antes tanto poder con tan pocos votos. Lo había intentado con anterioridad Izquierda Unida en Madrid, pero acabó mal. Por lo tanto, en estos momentos sólo Esquerra Republicana ha logrado tales cotas de poder. Se produce una vez más esa curiosa circunstancia en la que aquellos partidos que no consiguen respaldo mayoritario de los votantes gobiernan apelando, paradójicamente, a la decisión soberana de la urnas. Sin ánimo de polemizar, algo así como lo que está pasando en Sada y en algunos otros ayuntamientos de Galicia. Tal situación ha dado tantas alas a ERC que ahora ya les queda pequeña Cataluña y han anunciado que van a la conquista de España. De la mano de Maragall y del PSOE están haciendo las cuentas: si sacan 3 o 4 diputados para el Congreso en marzo, junto con el PSOE podrían echar al Partido Popular del Gobierno de España; podrían tener algún ministro en Madrid, aunque no a cualquier precio: siempre y cuando se acepte la reforma del Estatuto de Autonomía catalán. Con estas condiciones estarían dispuestos a hacer un sacrificio y participar en la gobernabilidad de España, por mucho que les costase a su mentalidad nacionalista y republicana. Esta situación es posible porque el líder republicano catalán José Luis Carod Rovira ha encontrado tanto eco a sus palabras, ha visto su cara tan fotografiada, sus ideas tan difundidas y sus propuestas tan debatidas que debe estar convencido de que ya ganó las elecciones generales del 14 de marzo antes de que se convoquen. Su único y principal programa es «echar al PP»; su objetivo: «modificar el Estatuto de Cataluña»; su finalidad: imponer las ideas del 20 por ciento de los votantes al otro 80 por ciento restante. Se debe creer algo así como el ideólogo imprescindible para solucionar los problemas sociales y políticos de toda España. Los dirigentes republicanos de Cataluña tienen todo el derecho del mundo a pensar lo que quieran, a proponer lo que consideren oportuno, a defender cualquier tipo de idea política, pero no cabe duda de que algunas de ellas son realmente pintorescas. A veces da la impresión de que la mentalidad superficial, frívola, espectacular que promueven nuestros programas de televisión han logrado contagiar las mentes de los políticos. Buscan el más difícil todavía como en el circo. No importa si una propuesta es lógica y razonable, lo importante es que se le dé aire, que salga en los medios, que se discuta, que se le haga caso, que se le pidan valoraciones a todos los políticos de izquierda y derecha. Espectáculo.