COMIENZA la campaña del primer año triunfal del Gobierno socialista presidido por Rodríguez Zapatero. Y es de suponer que con la capacidad comunicativa que tienen los expertos del PSOE va a ser lucida. En este primer año, el nuevo Gobierno ha conseguido poner sobre la mesa todos los grandes temas que dividen a los españoles: religión, familia, matrimonio, educación, sanidad, guerra civil, franquismo, símbolos, autogobierno, Ejército, medios de comunicación, financiación de la RTVE, nuevas televisiones. No que queda nada en el tintero, todos los sectores sociales tiene su parte. Es una obra de arte dialéctica: bajo el lema de talante, tolerancia y diálogo, han puesto a todos contra todos y han logrado que media España se sienta marginada por el Gobierno. Son muchos logros para un solo año. Por otra parte, este primer año de Gobierno socialista también puede ser triunfal para Galicia: En primer lugar, vamos a un nuevo plan de reconversión para el sufrido sector laboral de Ferrol. Siempre que hay Gobierno del PSOE en Madrid hay reconversión en esta localidad gallega. En segundo lugar, el compromiso de Estado denominado Plan Galicia, creado como compensación a la catástrofe del Prestige , queda ralentizado, frenado, casi parado, porque hay que atender a los socios catalanes. Freno mayor al proceso de nuevas transferencias de competencias a la Xunta, lo que supone un freno al autogobierno que tanto se promueve para otras zonas de España. Definitivamente, Galicia no tiene suerte con los gobiernos socialistas en Madrid. Y no deja de ser curioso, porque en este año electoral, la Administración central podía ayudar al candidato socialista gallego, demostrando que mantiene los compromisos con Galicia. Sería una actitud que reforzaría a Pérez Touriño en su lucha por la presidencia de la Xunta. Sin embargo, en lugar de ofrecerle logros, le obligan siempre a tener que justificar la pasividad del Gobierno socialista en nuestra tierra.