01 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.
LA INFANTA Leonor tiene dos días de vida y ha armado una buena. Ha acabado con siglos de discriminación para las mujeres en un plis plas y ha conseguido que PP y PSOE se pongan de acuerdo en una modificación de la Constitución. Ahí es nada. Pero si ya ha conseguido mucho, es mucho más lo que le queda por conseguir. Tiene, sobre todo, que ganarse el respeto de los españoles que, de momento, la quieren por ser quien es pero que muy pronto la juzgarán por lo que haga. De momento, el pueblo se acerca a las puertas de la clínica Ruber porque la quieren sin conocerla. Doña Leonor, no se engañe, por ser mujer tendrá seguramente, como todas las mujeres, más ojos que nadie mirando cómo hace su trabajo. Olvídese de ellos y haga lo que debe.