Buena noticia

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

OPINIÓN

18 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los libros que pronto utilizarán los niños en las escuelas gallegas deberán incorporar un nuevo accidente geográfico. Además del río Miño, el cabo Ortegal o el monte de A Curota, los chavales aprenderán que el lago más grande de España está en As Pontes. La mayor masa de agua interior -18 kilómetros de perímetro, más de 280 metros de profundidad- es artificial, pero por sus características ambientales y paisajísticas y por los aprovechamientos turísticos e industriales que tendrá, es probable que así que pasen unas pocas generaciones casi nadie recuerde que las entrañas de la laguna son el hueco que dejó en su día una enorme mina a cielo abierto de lignitos.

Es «la esperanzadora paradoja de la historia». Con ese ilustrativa frase explicó el presidente de Endesa, Borja Prado, cómo la eléctrica logró dar una segunda vida a ese espacio. Tras la regeneración, Endesa no consumirá recursos naturales -como hizo durante los decenios en los que vació el valle y creó una montaña de escombros-, sino que los producirá. Con el lago y con el bosque que crece sobre los restos de la explotación. El gigante eléctrico está habituado a recibir culpas de los daños al entorno, incluso las que no le corresponden, como la leyenda que dice que una masa de humo que llegaba a Inglaterra procedía de las chimenea de As Pontes. Ahora, con justicia, el presidente de la Xunta lo pone como ejemplo de lo que las industrias extractivas están obligadas a hacer.

Endesa devuelve a As Pontes parte del beneficio que obtuvo de una actividad industrial muy agresiva con el medio. Y deja para el futuro una nueva fuente de ingresos. A veces hay buenas noticias.