Argumentos para una fecha

Jaime Miquel
Jaime Miquel LA ACTUALIDAD

OPINIÓN

29 ago 2012 . Actualizado a las 22:21 h.

El elector gallego castigará el atrevimiento de establecer la fecha de las elecciones a la Xunta atendiendo a intereses ajenos a los de Galicia. Si en 2009 el lendakari Ibarretxe convocó las elecciones vascas en la fecha elegida por el presidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño, sucede ahora que el presidente Alberto Núñez Feijoo convoca en la fecha elegida por el lendakari Patxi López.. El PP de Feijoo ganó las elecciones autonómicas del año 2009 con casi 800.000 votos, el 47,5 % de los válidos, y 38 escaños. A diferencia de Touriño, Feijoo está anticipando las elecciones gallegas con mayoría absoluta, y esto le obliga a dar una explicación razonable a la ciudadanía sobre cuáles son los motivos por los que ha dado por finalizada la legislatura.

Las razones que ha esgrimido Feijoo se alejan de la verdad y se dirigen a un elector gallego ignorante de la política que no existe. No se vota en octubre porque si fuera en marzo del 2013 habría que trabajar con los presupuestos del Ejecutivo anterior; se vota en octubre para no presentar antes los presupuestos de marras. Ni se vota en octubre por la necesidad de superar divisiones en la política gallega, porque no existen tales divisiones en el entorno electoral del PP, salvo que se refiera al experimento Mario Conde, y las divisiones de los rivales electorales siempre son bienvenidas. Que el PSdeG-PSOE estudie una propuesta de reducción del número de representantes del Parlamento gallego es razonable, pero que lo haga el BNG es sencillamente imposible. Salvo que tal propuesta vaya acompañada por un cambio en la fórmula del reparto de escaños que sustituya la actual D?Hont por otra proporcional, lo que plantea el PP de Feijoo es antidemocrático, pretende reforzar el blindaje de las dos listas más votadas en detrimento de la tercera y siguientes al socaire de la reducción del gasto público.

Que la estabilidad de España y no sabemos qué ahorro justifican el menosprecio de Galicia, es el tercer argumento que utiliza Feijoo para no decir que los partidos ya no agotan los ciclos legislativos de cuatro años sin enormes costes electorales, y que cuanto antes haya ocasión de refrendarse, mejor. El problema es que el cálculo le salió mal a Rajoy, los nacionalistas vascos no quisieron forzar las cosas, Andalucía no fue el hito ni Basagoiti el revulsivo, y después de julio cualquier fecha ya es mala para el PP de Galicia. Feijoo debió convocar junto a Andalucía y Asturias para salvar su resultado, pero con mayoría absoluta esto no se puede hacer sin fracasar. Habrá que esperar a la publicación de encuestas para centrar una situación preelectoral en la que el PP ya solo puede perder, pero que ahora resulta incierta.