Cierras los ojos y pasan quince años. Hace quince años ya que Frank Sinatra se fue con sus canciones. Tenía 82 años. Pero qué 82 años. ¿Cuántos sucesos entraron en esos 82 años de Sinatra? Hay vidas y vidas. Y hay artistas como Frank Sinatra que parece que nacen como para ser biografía. De Hoboken, un barrio de Nueva Jersey, a conquistar el mundo. Ganó diez Grammys, dos óscares (uno como secundario en De aquí a la eternidad y otro compartido por su participación en la cinta de denuncia social The house I live in) y tuvo cuatro matrimonios. De Ava Gardner a Barbara. De Nancy a Mia. Cantó en A Coruña y en Madrid. Dicen que las entradas caras hicieron que solo tres mil personas lo vieran en el Coliseo coruñés y once mil en el Bernabéu. Imposible olvidar el 5 de junio de 1992 con Sinatra sobre el escenario, convirtiendo el recinto de A Coruña en una caja de música mágica. Siempre con su whisky de Tennessee cerca, Sinatra no se peleaba con cualquiera. Él competía y compite en la música con Elvis, con The Beatles, con las leyendas. La canción favorita. Tantas. Tal vez, Strangers in the nigth. El sueño. No haberlo escuchado cantar en Las Vegas, que sería como ver a Alí contra Frazier en el Madison. El timbre de su voz es más popular que el de los sellos.