Donde el futuro se llama puerto exterior de A Coruña

Carlos Negreira TRIBUNA ALCALDE DE A CORUÑA

OPINIÓN

08 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ha sido tan grande y costoso el esfuerzo colectivo para hacer realidad el puerto exterior que no podemos consentir que ninguna visión frívola, malintencionada e interesada ponga en duda su necesidad, su operatividad y su papel como actor principal del futuro de A Coruña, de su comarca y de Galicia.

Hemos soportado dos tragedias medioambientales como el Mar Egeo y el Prestige para que los sucesivos Gobiernos entendiesen y atendiesen la necesidad de un puerto refugio alejado de la población. Los coruñeses han tenido que elevar el volumen de sus quejas por las descargas, junto a sus hogares, de mercancías peligrosas e insalubres -carbón, cereales o petróleo y sus derivados- para que alguien al fin los escuchase. Hemos tenido que demostrar que, siglos después, el puerto urbano se queda pequeño para el tráfico de mercancías, cuyo crecimiento es imparable.

El puerto exterior de A Coruña es pura oportunidad. Con las máquinas aún trabajando en su remate, ya ha acogido más de veinte operaciones: clínker, cemento, estructuras metálicas? A modo de ensayo general, toda esta actividad ha demostrado lo que la teoría ya había formulado: la dársena exterior está capacitada para acoger cualquier operación en cualquier momento del año. A partir de ahí, a Langosteira solo le cabe crecer.

Pronto, otras firmas anunciarán también su inicio de operaciones en los nuevos muelles, incluida Repsol, principal cliente del puerto, y cuyo traslado fue, de hecho, uno de los argumentos sobre los que se cimentó el proyecto. El inminente acuerdo supondrá el despegue definitivo e irreversible del puerto exterior. Además, la cuarta petrolera del mundo, Pemex, tiene solicitada su instalación en el puerto.

Al mismo tiempo, la actividad portuaria coruñesa, con su ampliación de Langosteira, seguirá siendo líder en Galicia en facturación, en descarga de graneles y pescado fresco, y en cruceros.

Intentar menoscabar este proyecto elevando a categoría la anécdota del ensamblaje del Adelaide es como empeñarse en derribar con un tirachinas el majestuoso dique que lo abriga. Mientras que los apóstoles que buscan supuestas debilidades se lamen sus propias heridas, los ayuntamientos de A Coruña y Arteixo, junto con los del resto del área metropolitana y con todos los representantes del tejido social y empresarial de la zona de Galicia de mayor potencia económica, seguimos trabajando codo con codo con el Ministerio de Fomento, con la Xunta y con la Autoridad Portuaria para apuntalar el futuro económico de Galicia, del que el puerto exterior de A Coruña es una pieza imprescindible.