Agua para Filipinas

Simone Carter TRIBUNA

OPINIÓN

14 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El tifón Haiyan ha devastado gran parte del archipiélago de Filipinas. Con vientos de 314 kilómetros por hora y rachas de 378, el agua lo ha cubierto todo. Ante este paisaje inundado cuesta creer que la población necesite agua, pero justamente es una de las cosas que más escasean. El agua se ha mezclado con los destrozos de las casas destruidas, con los cuerpos de los fallecidos, con la basura? y puede provocar enfermedades graves como el cólera, la fiebre tifoidea o el dengue.

En este contexto, garantizar agua potable para la población afectada es igual o tan importante como garantizar alimentos, refugio o atención médica, así como sistemas de saneamiento e higiene. Asegurar que cada persona cuente con al menos 15 litros de agua limpia al día, que es nuestro objetivo, sale caro. Necesitamos camiones, bombas para sacar el agua del subsuelo y, si no hay caminos disponibles, construirlos. A menudo, los puntos de agua limpia se encuentran alejados de la población, obligando a los camiones a hacer repetidos viajes en un mismo día. Paralelamente, necesitamos clorar el agua para asegurar que es potable.

Al mismo tiempo debemos ocuparnos de que en los centros de evacuación donde se alojan las personas que se han quedado sin hogar no se propaguen las enfermedades ligadas a la falta de higiene. Y en esta situación, la velocidad de respuesta puede ayudar a disminuir drásticamente el riesgo de epidemias. Construir letrinas y duchas para todo el mundo es el primer paso y eso tampoco es fácil. Una letrina solo se puede construir en lugares donde se pueda hacer un agujero muy profundo para no contaminar el entorno. Si el terreno está lleno de agua, las fosas pueden inundarse fácilmente, también en zonas urbanas las letrinas deben ser tener diseños especiales.

Debemos estar especialmente alerta para que el agua llegue a los colectivos más vulnerables como las mujeres, los niños, las personas mayores o discapacitadas. Luego vendrá la rehabilitación, es decir, cómo conseguimos que las comunidades afectadas vuelvan a la «normalidad». Tenemos que acompañar a las poblaciones para que puedan recuperar sus medios de vida y, sobre todo, para que estén preparadas para la próxima vez, más aún en una zona tan castigada por los fenómenos naturales como Filipinas. Eso es lo que hacemos organizaciones como Oxfam Intermón, pero ¿qué puede hacer usted? Para empezar, no mirar hacia otro lado y colaborar. Nuestra experiencia nos dice que dar dinero es lo más eficaz. Pueden hacerlo en nuestra web (oxfamintermon.org), pero toda ayuda a cualquier organización humanitaria profesional es necesaria y será eficazmente utilizada. Todo ello sin dejar de reclamar a nuestros Gobiernos que mantengan los compromisos de cooperación y luchen contra el cambio climático.