El cretinismo: triunfo y arraigo

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

17 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Quizá hubo un tiempo en que albergaba un tímido optimismo. Ha desistido. Tiempo en que parecía posible que se agotasen la vulgaridad y sus miserias. Pensaba usted que la ordinariez nos inmola y que la humanidad renace, persistente y tenaz. Luego abandonó, como Dante en el preámbulo de su propio infierno, toda esperanza. Ahora la mediocridad se multiplica gracias a la nueva era de la comunicación. A golpe de clic una majadería llega a cualquier lugar del mundo. Todos somos vasos comunicantes, porosos. Lo mejor, a veces, es no enterarse de nada. Yo llegué a esa conclusión después de leer la primera parte de Cincuenta sombras de Grey. La curiosidad profesional (soy escritor todavía) me llevó a ese libro paradigmático de la necedad, simpleza, chabacanería y memez. Todavía es un éxito editorial. No encontré explicación posible. Como no encuentro razón al triunfo absoluto de las medianías. Sucede en todos los ámbitos. Los empresarios solo saben hablar de dinero. Los políticos, ya ven: Báñez y Mato y Wert son ministros; Elena Valenciano, candidata europea; AGE, ininteligible (ni entre ellos se entienden); y el BNG, culmen de prospectiva y sentido común, irá con Bildu a las europeas. El pueblo, en la telemugre. Los cultos, batidos y abatidos. La literatura, sin literatura. La buena educación, desaparecida. Punto. El cretinismo no solo ha triunfado: su arraigo será perpetuo.