Desempleo sanitario

Enrique Castellón
Enrique Castellón LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

02 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

E n el 2013 el incremento del paro médico y enfermero fue del 16,7 y del 27,7 % respectivamente. Se debe a la destrucción neta de puestos de trabajo por los recortes mientras se mantiene (o crece) la «producción» de profesionales. En teoría habría que ajustar -y deprisa- el número de egresados de la universidad. Pero es más complicado que eso y ni las comparaciones internacionales ayudan. Primero, no existe el gasto sanitario ideal y un país podría dedicar relativamente más recursos a otros sectores con objeto de obtener más «salud». Por otro lado, el papel relativo de los profesionales médicos y de enfermería varía de un sitio a otro, tanto intra como interprofesionalmente. España está un poco por encima de la media de la OCDE en médicos y bastante por debajo en enfermeros, lo que puede tener que ver con el reparto de roles. Francia, por ejemplo, con un modelo de Seguridad Social, tiene dos veces más enfermeros por médico que nosotros y está en la media en cuanto a número de médicos. Y en cuanto a especialistas, el exceso coexiste con el déficit tanto en el conjunto como por áreas geográficas. No hay manera de saber si sobran o faltan profesionales.

Aunque debería imponerse la planificación y controlar la formación (todos lo hacen), proyectar el futuro es difícil por el alto grado de incertidumbre en cuanto a duración de la jornada y patrones de jubilación (oferta) o ritmo de crecimiento económico (y de gasto sanitario) y necesidades de atención de una población más envejecida (demanda). En todo caso se ha hecho muy poco y la dificultad objetiva no debe impedir que al menos haya un registro nacional, que se incentive la movilidad dentro y fuera del país y en este último caso, al menos se igualen las cualificaciones en todos los países de la UE para no levantar obstáculos innecesarios ni crear situaciones indeseables.

Enrique Castellón es médico y economista.