Alternativas al mercadillo de los pactos

Daniel Ordás
Daniel Ordás FIRMA INVITADA

OPINIÓN

05 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Sánchez exige en prime time en una cadena de televisión de difusión nacional una reforma constitucional, porque él y muchos otros españoles no pudimos votar la Constitución vigente desde 1978. Admite que la Constitución del 78 es una constitución provisional, en la que faltan muchas cosas, porque no se pudo más en aquel momento o porque no estaban sobre la mesa. Me alegra muchísimo este cambio de actitud en Pedro Sánchez y espero que por extensión en todo el PSOE. Cabe esperar que no se trate de un calentón espontáneo como aquel del otoño del 2014 cuando durante tres semanas cada frase empezaba y acababa con la palabra federalismo y que luego se quedó en agua de borrajas. No sirve de excusa el ser oposición en un sistema de mayoría absoluta para no articular propuestas concretas durante la legislatura. Pedro Sánchez ha quedado a deber la propuesta concreta de la reforma hacia un Estado federal y Pedro Sánchez se ahorra para la campaña electoral las pinceladas de la nueva Constitución. Dudo que los españoles quieran esperar a las improvisaciones de campaña y los resúmenes de ideas en Twitter. Si el PSOE quiere tener credibilidad cuando sus dirigentes se cuadran frente a una cámara deberían plantear ya su reforma constitucional detallando estos puntos:

1.º Definir el federalismo y concretar su propuesta.

2.º Definir la participación ciudadana y concretar su propuesta.

3.º Definir el control democrático y concretar su propuesta.

4.º Concretar su propuesta sobre la reforma del Senado.

5.º Concretar su propuesta de la reforma de la ley electoral.

6.º Concretar su propuesta de la forma de elección de los gobiernos municipales y autonómicos.

7.º Enumerar y explicar los nuevos derechos que quiere introducir en esa nueva Constitución.

El PSOE sabe que, si Dios quiere (más bien si quieren los españoles), nadie tendrá mayoría absoluta en el futuro Parlamento español. No va a servir el chantaje de «o me dejas gobernar a mis anchas o no tengo nada que cumplir». En la próxima legislatura todos van a tener que aportar y por eso es importante que definan ya sus posiciones. Al igual que el PSOE, también el PP, Podemos, Ciudadanos y los demás actores políticos tienen que dar respuestas clarísimas y concretísimas a los siete puntos arriba mencionados. Esa respuesta también puede ser que no quieren cambiar nada; es una posición tan legítima como las demás. Luego los compararemos y después de nuestro veredicto en las urnas, ellos tendrán que pactar un best of. Nunca se van a cumplir los planes del PSOE al 100 % y eso es bueno, pero por lo menos los tiene que concretar. Entonces habrá merecido la pena el gran anuncio en la tele.

De momento, me gustaría saber si en su plan de reforma de ley electoral cabe la posibilidad de elegir los Gobiernos municipales y autonómicos en una elección directa, aparte de las elecciones a los órganos legislativos municipales y autonómicos. Que los ciudadanos podamos elegir entre las listas de todos los partidos a aquellas personas que consideremos más adecuadas para formar el Gobierno y que sean consejeros los que obtengan la confianza del 50 % más uno de los votantes en la primera vuelta y en la segunda vuelta los más votados hasta cubrir el número de puestos de consejeros a elegir.

En este sistema de elección libre y directa del gobierno este quedaría compuesto en una comunidad, por ejemplo, por 3 consejeros del PP, 2 del PSOE, 1 de Podemos y 1 de Ciudadanos; en otra comunidad gobernarían 2 consejeros del PSOE, 2 del PP, 2 de Podemos y 1 de Ciudadanos; mientras que en la tercera podría haber 2 consejeros de Ciudadanos, 2 de Podemos, 1 del PP, 1 del PSOE y 1 de IU.

Con este modelo, que se aplica en otros países, se garantiza la representatividad del Gobierno y el control mutuo, se fuerzan los compromisos y sobre todo se evita el lamentable bazar de amenazas, exigencias y chulerías que estamos viviendo en el mercadillo de los pactos en estos últimos días. Los futuros Gobiernos, compuestos libre y directamente, no podrán ningunear durante toda la legislatura a aquella mitad de los electores que no les hayan votado.

Creo que los mejores Gobiernos son los que formemos los votantes; ellos luego que se apañen y gobiernen, que para eso son adultos y cobran.