He aquí el poli bueno, y lo de bueno debería ponerse en cuarentena, y el poli malo de ERC, la cara amable, y lo de amable debería ponerse en cuarentena, y el broncas-tuitero de los republicanos, dirigiéndose por los pasillos del Congreso a explicar su enmienda a la totalidad de los Presupuestos. Tardá y Rufián. La escena es pura conspiración silenciosa. La cosa, obvio, no va de carreteras ni de sanidad, en la Arcadia mental catalana no hay esos problemas. Va de convertir la Cámara baja en una lonja. A veces, volviendo al trueque, «cambio apoyo a los presupuestos por indulto, ordenadores y toallas nuevas a los secesionistas». O sea, a cómo va el kilo de España. Si por ellos fuera, a gratis total. Por mucho que ciegue el oropel de Moncloa, es como invitar a comer madera a unas termitas pretendiendo que dejen sobras para la cena.