El otro final de «Juego de tronos»

OPINIÓN

Oscar Cañas - Europa Press

29 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Esto no es un spoiler porque en toda España es bien sabido cómo acaba Juego de tronos en Podemos. Derretido en el fuego de las urnas. Esta mirada de Pablo Iglesias post-incineración de su ambición es como la de cualquier hijo de vecino de Desembarco del Rey cuando de vuelta de bajar la basura se topa a un dragón escupiendo fuego. Resulta que ese dragón no era una confabulación de poderosos. Era, simple y llanamente, la gente. La gente dando la espalda al presunt(uos)o partido de la gente. La historia de Unidas Podemos y sus paradojas semánticas. Ni estaban unidas ni pudieron. En esta imagen aparecen unas letras borrosas porque el foco de la cámara no está puesto en ellas, ergo el desenfoque es irreversible, igual, parece, que el futuro de su líder. Esa mirada que mezcla sorpresa, miedo y súplica es un libro abierto. Muestra de verdad lo que están viendo sus ojos: que da igual si se va o no, porque es la gente la que ya se ha ido de él.