Lo que oculta el discurso de Sánchez

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

OPINIÓN

Pedro Sánchez, en su discurso del sábado 21 de marzo
Pedro Sánchez, en su discurso del sábado 21 de marzo

22 mar 2020 . Actualizado a las 10:17 h.

A mediados de enero se produjo el primer fallecimiento en China por coronavirus. El 30 del mismo mes, la OMS decretó la alerta sanitaria internacional. Y mientras, en España, asistíamos atónitos hasta hace prácticamente una semana a las peleas internas que se estaban produciendo en el seno del Gobierno. A las disputas y al entusiasmo con el que se convocaron las manifestaciones del 8M, que en el caso de Madrid, uno de los principales focos del mundo, reunió a 120.000 personas hombro con hombro.

Sánchez dedicó un minuto para hablar de que las noticias falsas pueden sembrar el pánico entre la gente, pero ¿qué pueden pensar un sanitario, un confinado o un enfermo después de escucharle ayer? La verdad es que está claro que su discurso excesivamente largo tenía por objeto, entre otras cosas, el de preparar a la ciudadanía para un confinamiento que superará con creces las dos semanas iniciales. Por ello se pasó casi todo el tiempo alabando a la población e intentando hacer ver que las medidas más drásticas que ha tomado este Gobierno han sido inducidas por los organismos internacionales más reputados y que el Ejecutivo ha reaccionado con rapidez a las necesidades que esta crisis está generando.

Pero ¿de verdad se puede hablar de agilidad en la gestión cuando todavía estamos hoy suspirando por la llegada de material sanitario que en algunos casos ha sido comprado por entidades privadas?