Un indulto muy descarado

Cartas al director
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OPINIÓN

Quique Garcia

23 jul 2020 . Actualizado a las 22:25 h.

 Indultos a la catalana

La noticia de que los presos golpistas se encuentran en el ansiado tercer grado, dejó confuso al más pintado. Por decisión de la Junta de Tratamiento de Instituciones Penitenciarias catalanas ya están en semilibertad. Recuérdese que las competencias en materia penitenciaria se las concedió un Gobierno socialista, en ese juego de toma y daca, allá por 1984. Estos presos, nada más salir, hacen declaraciones: «lo volveremos a hacer». No me imagino a un violador que cumpla una pequeña parte de su condena y salga con tercer grado y diga que va a volver a violar. De nueve a quince años de condena y solo han cumplido dos o dos y medio. La justicia no es igual para todos. Para mayor risión de la justicia, declaran los condenados, que «esta semilibertad, es efímera, pues los fiscales, de España, se mueven en parámetros de venganza». ¿Cabe mayor barbaridad? Debe ser, y es, una condición para esa semilibertad la de «arrepentirse de lo infringido». Queda la esperanza de la actuación de los Fiscales del Tribunal Supremo y su firmeza en las leyes. Por cierto, preso famoso es también Iñaki Urdangarin, pero a él no le conceden este indulto encubierto. Y ahí me quedo. José Ángel Pasolas..

 Un grito por Palestina

El pueblo de Palestina lleva más de 50 años en constante guerra por la posesión y control de sus tierras y lo que estas representan, su identidad. Más allá de la rivalidad religiosa, queda un asunto político sin resolver. Los judíos deben aceptar que Palestina no les pertenece y merece vivir en armonía y plena libertad. Quiénes hoy habitan Palestina no son culpables de la diáspora. Habría que hacerse la siguiente pregunta: ¿Es culpable Occidente de la guerra palestino-israelí? Posiblemente. Pero, no se trata de buscar culpables sino de buscar soluciones y alzar nuestra voz en contra del genocidio y los crímenes de lesa humanidad que hoy comete Israel, crímenes que nos afectan a todos y que son injusticias que no se deben permitir. El mundo debe cambiar y la paz es el camino para la construcción de un mañana mejor. Donde las ocupaciones, bombardeos, hostilidades y discriminación no sean la respuesta ante la petición de un tratado de paz. No más terrorismo civil, ni de Estado. No permitamos más bloqueos. La decadencia de quiénes hoy viven en las fronteras y en la franja de Gaza, debería darnos vergüenza. El empleo, la educación, la asistencia médica y los bienes de primera necesidad son derechos innegociables. Davielis Palacios