Problemas de «FundéuRAE»

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

31 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales de junio se anunció que la Real Academia Española y la agencia Efe habían alcanzado un acuerdo cuyo objetivo era relanzar la Fundación del Español Urgente (Fundéu). Un comunicado publicado en la web de la RAE decía de aquella algo que nos extrañó: «... que en el momento de la firma pasará a denominarse FundéuRAE». En septiembre se constituyó el patronato de la entidad, que preside el director de la Academia. La fundación seguía llamándose FundéuRAE. Lo cual es llamativo, pues esa denominación choca con la norma ortográfica.

En nuestra opinión, el nuevo nombre tiene dos problemas, causados por la fusión de los acrónimos Fundéu y RAE. En español no son aceptables palabras donde aparezca una mayúscula tras una minúscula, con la excepción de algunas siglas, como, por ejemplo, JJpD o PPdeG. La Ortografía se fija en la existencia de mayúsculas intermedias en algunas marcas comerciales. Sus creadores, dice, buscan un nombre visualmente llamativo, «aun a costa, en ocasiones -añade-, de contravenir ciertas normas ortográficas». Observa que es cada vez más habitual ver mayúsculas intercaladas en ese tipo de denominaciones «aunque por su condición de nombres propios deberían llevar en mayúscula solo la primera letra». Si la infracción de un fabricante de lavadoras o de embutidos no merece aplauso, la de quienes trabajan por el buen uso del español no es más aceptable.

La unión sin solución de continuidad de los términos Fundéu y RAE genera el segundo problema ortográfico. Cuando dos palabras se fusionan en un compuesto univerbal solo se conserva un acento prosódico, el del último elemento, con la excepción de los adverbios terminados en -mente, por lo que el nuevo nombre de la fundación debería perder la tilde de Fundéu para permitir la pronunciación [fundeurráe].

Ambos problemas se solucionarían enlazando Fundéu y RAE con guion. Fundéu-RAE permitiría que la primera conservase el acento, y la segunda, sus mayúsculas. Es un caso parecido al de la creación de topónimos enlazando con guion los nombres de entidades que se fusionan. Así, cuando se unieron los municipios coruñeses de Oza dos Ríos y Cesuras, el nuevo ayuntamiento adoptó la denominación Oza-Cesuras.

En la Fundéu y en la Academia hay profesionales muy cualificados a los que habría que consultar en estos casos.