Las redes sociales ya van teniendo una edad. Y cuentan con sus propias tradiciones y costumbres. Una de las más consolidadas en Twitter consiste en preguntar dudas lingüísticas a cuentas de instituciones como la RAE o la Fundeu. ¿Habrá que hacérselas también a partir de ahora al político Toni Cantó?
El exdiputado de UPyD y Ciudadanos, antiguo azote del PP y ahora estandarte del rampante ayusismo, va a dirigir un chiringuito creado para él por la lideresa popular madrileña. La Oficina del Español pretende competir con el Instituto Cervantes. Y hacer de Madrid «la capital europea del español en el mundo».
El eslogan -en el más puro chamberí style- no tiene desperdicio. Y si se lee con atención, tampoco parece gozar de mucho sentido. Sí lo tienen los 75.000 euros que cobrará el antiguo actor. Recuerdan a los que percibió otra figura política de los de bandera en ristre y ruidoso verbo populista-cuñadesco en otro organismo pirotécnico, decorativo y alimenticio de la Comunidad de Madrid. Sí. Lo han adivinado. Se trata de Santiago Abascal. Ese hombre que, aparentemente escandalizado, dice en sede parlamentaria que hay «apartheid lingüístico» en Galicia. Toni, ya sabes donde puedes abrir la primera Oficina del Español más allá del Guadarrama. A este lado del telón de grelos.