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Están corriendo ríos de tinta desde que una sentencia judicial de una jueza de Marbella hace referencia a las dificultades de desarrollo que tendría un niño en lo que ella llama «Galicia profunda». El objetivo de estas letras no es valorar dicha sentencia, no tengo ni la formación ni el atrevimiento que esa acción precisaría. Pero, desde el respeto a toda decisión judicial fundamentada y argumentada, creo que sí se puede opinar sobre la desafortunada utilización del adjetivo profunda, que acompaña de forma despectiva a Galicia en dicha sentencia. No hay duda del desconocimiento profundo de la Galicia rural que tiene la señora jueza, tampoco hay duda de que el adjetivo profundo es peyorativo tal como se utiliza en la sentencia, haciendo equivalente vivir en esa Galicia a una peor forma de vida para el menor: «Sin posibilidades para el adecuado desarrollo de la personalidad del niño».
Desde un punto de vista médico, me cuesta ver los perjuicios que podría tener un lactante por criarse en el medio rural gallego, y sí que veo importantes beneficios, especialmente en los primeros años de vida. Ese lactante podría vivir en un entorno más saludable y menos contaminado, y a medida que fuese creciendo tendría espacios amplios y naturales para jugar y disfrutar. La salud infantil se encuentra bajo la influencia de factores socioeconómicos que actúan a múltiples niveles de la sociedad. Las desigualdades en esos factores socioeconómicos se traducen en desigualdades en la sanidad infantil que se ven reflejadas en unas tasas elevadas de enfermedad, un mal estado de nutrición y la presencia de discapacidad; y, afortunadamente, en Galicia no hay diferencias en estos parámetros entre los niños y niñas del entorno rural con respecto al medio urbano.
Volviendo al titular que encabeza este artículo, creo en la bondad de las personas y creo que solo puede ser fruto del desconocimiento el pensar que un niño de corta edad tiene garantizada una mejor infancia en Marbella que en Muros. Creo, por tanto, que «profunda» es un mal adjetivo para Galicia, pero es un excelente adjetivo para la reflexión. Tras una reflexión profunda de todos los factores intrínsecos y ambientales que condicionan el desarrollo de los menores cuando se analizan diferentes situaciones biológicas y socioeconómicas, veremos dificultades para la crianza en algunos niños y niñas de nuestras ciudades y excelente desarrollo en muchos de los que se crían en nuestro medio rural.
Profundo desconocimiento por no tener un conocimiento profundo es lo que yo veo en esa frase de la sentencia a la que estos días todos le estamos dando vueltas.
Por cierto, yo también fui un niño del rural y ni tan mal.