
Desde el 2005, los premios James Dyson Award animan a los futuros ingenieros a aplicar sus conocimientos tecnológicos para encontrar soluciones innovadoras que puedan mejorar la vida de las personas. Se acaban de fallar los galardones de este año, que han recaído en tres proyectos.
El primero de ellos es HOPES, un dispositivo para medir la presión intraocular sin causar dolor, de modo que ayuda en el diagnóstico precoz del glaucoma. Desarrollado por estudiantes de la Universidad Nacional de Singapur, utiliza un guante que lleva un sensor en la yema del dedo, que el usuario debe apretar contra la parte central del párpado. Captura información sobre la presión dinámica del ojo con precisión y en menos de un milisegundo. Las señales se procesan mediante algoritmos de aprendizaje automático y los datos son transmitidos por Bluetooth a los dispositivos emparejados o cargados en la nube para que los médicos accedan a ellos.
El segundo premio recayó en Plastic Scanner, una pistola portátil asequible que reconoce los diferentes tipos de plástico para llevar a cabo un reciclaje eficaz. Su autor es Jerry de Vos, de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos), quien ideó un sistema que utiliza destellos de luz para detectar el tipo de plástico y ofrecer así una alternativa más barata a la espectroscopia infrarroja tradicional. El software del escáner está disponible en código abierto, lo que significa que cualquiera puede ensamblar el módulo e incorporar el sistema en su propio dispositivo.
Finalmente, el tercer galardón fue para REACT, una herramienta diseñada por Joseph Bentley, de la Universidad de Loughborough (Inglaterra), que permite detener las hemorragias por heridas de cuchillo. En estos casos se recomienda no extraer nunca el objeto punzante porque ejerce una presión interna en el sitio de la herida, llenando la cavidad. El proyecto de Joseph se basa en el mismo principio: introducir en la incisión un tapón consistente en un globo implantable hecho de silicona médica. Está conectado a una válvula y el usuario selecciona la ubicación de la herida en la interfaz del dispositivo. Al presionar un botón, el tapón se infla con una presión determinada para detener la hemorragia. Jóvenes, ciencia, tecnología y diseño, una buena combinación.