Leer al tuntún

Eduardo Riestra
eduardo riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

Isabel Infantes | EUROPAPRESS

29 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No es cierto que en los países ricos se lea más. Es al revés. Los países cultos se hacen ricos, la lectura eleva —entre otras cosas— el nivel económico. 

Ahora que, primero con san Jordi en Barcelona, y esta misma semana, con la inauguración por parte de la mujer de jefe del Estado de la Feria del Libro de Madrid, se da inicio a la temporada de libros, viene a cuento pensar un poco qué cultura queremos.

Es cierto que la lectura es buena, pero no lo es todo lo que se lee. A los libros, como al pensamiento en general, ha llegado esa simpleza tontorrona de lo bonito, de lo sentimental, cursi y simplón.

Los famosos mediáticos (que, en realidad, lo son porque se exponen al público, sin oficio ni beneficio; no porque, como Alfred Nobel, descubrieran la dinamita) publican libros, y hay que decirles que escribir es un oficio difícil y para el que se necesita, entre otras cosas, un bagaje sólido de lecturas, y que eso es lento y discurre con la vida.

Por eso, aunque los mejores poetas son jóvenes, los mejores novelistas son mayores, y algunos mueren al poner punto final a obras maestras, como Cervantes.

La lectura, como la escritura, como el habla, deber fomentarse desde niños —cuántos escritores nacieron entre las burbujas del premio de redacción de Cocacola— y que los lectores deben tener ambición lectora. Solo eso hará que los escritores se lo piensen dos veces antes de publicar cualquier cosa. Porque leer también puede ser una actividad como rascarse.