Me dicen que quieren fidelizarme

Alexandre Novo Rodríguez AUTÓNOMO Y MÚSICO

OPINIÓN

VÍCTOR LERENA | EFE

05 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La actualidad del ahorro en el consumo eléctrico, para las familias, pasa sin duda por el cambio de compañía. Esta semana me he cambiado de operador electricidad. Lo decidí porque son tiempos difíciles, en los que ajustar nuestra economía familiar es casi obligatorio. Como todo hijo de vecino, abaratar costes habituales, que quizás en épocas anteriores no nos atormentarían, resulta ser una de mis principales preocupaciones.

Cual fue mi sorpresa, cuando al minuto de haber causado la portabilidad del operador anterior al nuevo, suena el teléfono. Y no, no se imaginen la película Scream, porque como dice Iker Jiménez, la realidad siempre supera a la ficción. Era la compañía saliente, más amable de lo que yo nunca había conocido, entrañaba el «favor» de hacerme una oferta casi «exclusiva y puntual» sobre el precio del Kw/h, encabezando el discurso de la siguiente manera: «Llamo del departamento de fidelización de…» Créanme, como si no bastara tan solo con el encarecimiento del producto, aún debemos escuchar frases cuan digno operador de telefonía móvil.

Este tipo de ofertas sobre el coste de la tarifa para que no nos marchemos de su compañía, o incluso, volvamos a ella, si es que ya uno se ha dado de baja, son solamente una bella fachada de nuestro «amado» sistema consumista. En el hogar, quien manda es la economía. Y las empresas lo saben, por eso, pueden torearnos siempre y cuando les venga en gana. Ese es mi sentimiento.

Al final, da igual que sean los bancos, los operadores de telefonía, de electricidad o de gas. El «justo» precio de las cosas, siempre lo acabamos pagando nosotros, los consumidores.