Radiólogos agotados
OPINIÓN

Somos radiólogos en el Hospital de A Coruña (Chuac), médicos en la sombra. En las guardias, aunque no nos vean, pasan por nuestros ojos el 80-90 % de los pacientes que cada día acuden al servicio de urgencias, además de algunos pacientes ingresados con complicaciones urgentes en los diferentes servicios que componen un hospital de tercer nivel como es el nuestro.
Es de todos conocida, la sobrecarga asistencial de nuestros compañeros los médicos de urgencias. Sin embargo, nuestra situación es prácticamente desconocida. Si bien, a pesar de ser insuficientes, el número de profesionales que integran el servicio de urgencias ha ido creciendo a lo largo de los años, aunque no de forma paralela a la demanda, el número de radiólogos de guardia no ha cambiado y es el mismo desde el año 1987: dos radiólogos y un residente para atender a dos hospitales (Chuac y Teresa Herrera).
Hemos manifestado mediante varias cartas a la gerencia, la sobrecarga asistencial no asumible por el equipo de guardia, así como de los posibles retrasos o errores diagnósticos secundarios, y nunca nos han contestado.
Existe un límite humano, que por mucha buena intención, interés, voluntad y vocación que se ponga, no se puede sobrepasar. Los pacientes, entre los cuales nos veremos todos antes o después, se merecen la mejor atención, el mejor diagnóstico y tratamiento posible y esto desde el servicio de radiología del Chuac es lo que queremos seguir ofreciendo.
Ahora, en vez de contratar a más profesionales y darnos los medios necesarios para enmendar nuestro estado crítico, la gerencia ha optado por llevarnos a la extenuación y quizás la enfermedad, obligándonos a realizar jornadas maratonianas de 14 horas de trabajo sin derecho a descanso, sobreañadidas a nuestras ya desbordadas guardias de 24 horas, cuya carga de trabajo por persona se corresponde con la jornada normal de cuatro radiólogos, según las recomendaciones de nuestra sociedad científica (Seram).
Por todo ello tenemos que parar, pensar y elegir: ¿queremos seguir ofreciendo la mejor sanidad posible?
Los radiólogos del Chuac no damos más de nosotros, la cuerda se ha tensado tanto que está a punto de romperse (o ya se ha roto).