Gómez Besteiro, le llaman el renacido

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

M. Dylan | EUROPAPRESS

16 abr 2023 . Actualizado a las 11:55 h.

Los socialistas en Galicia son especialistas en estar en el diván. Se han tumbado demasiadas veces a lo largo de su historia, desde que existe la Xunta. Tienen unas siglas complicadas. El PSOE gallego es aquí el PSdeG, algo que casi hay que traducir. Parece una fórmula. Necesita explicación. Pisaron por primera vez el poder absoluto con un joven Fernando González Laxe, gracias a Xosé Luis Barreiro. Fue el adiós de Albor. Tenían el viento de cara, pero se autolesionaron. Practicaron la enfermedad de dañarse a sí mismos y confundieron a la opinión pública, al prejubilar a Laxe, su mejor baza, para dar paso al jovencísimo Antolín Sánchez Presedo. Entonces era el todopoderoso conselleiro de Obras Públicas, el hombre que planificó, por ejemplo, Fontiñas. Pero Laxe era una apuesta segura y Antolín, un disparo al aire. Y así sucedió. Ganó Fraga, por las elecciones de las elecciones.

Volvieron a tener éxito cuando optaron por otro hombre fuerte. Emilio Pérez Touriño. El PSdeG siempre gobierna en Galicia, menos Paco Vázquez y su sosia Abel Caballero a nivel local, cuando su socio natural, el BNG, Podemos o las Mareas están fuertes. Necesitan la suma. Es curioso que los dos alcaldes más votados del PSOE, Paco y Abel, que no precisaron esa suma, fueron sacudidos en las urnas cuando se presentaron a la Xunta. Con la llegada de Touriño, el BNG estaba potente y consiguieron recuperar el Gobierno autonómico y mandar a Fraga al Senado. Pero Touriño se equivocó en los tiempos, a pesar de que Pepe Blanco, la clave de la bóveda de Zapatero, le había advertido de la obligación de adelantar las elecciones para asegurar la victoria, no lo hizo y se perdió de nuevo la Xunta. Una tragedia. Touriño se inmoló.

Volvieron los tiempos de demasiados líderes en el PSdeG. Tantos a mandar que el BNG logró el sorpasso. Los nacionalistas sin modificar su apuesta por Ana Pontón, la Juana de Arco gallega, se colocaron segundos, líderes de la oposición. Y en esa posición de privilegio se mantienen.

Ana Pontón recorre infatigable Galicia y es hábil en esconder su lado más radical y en mostrar la gestión amable y positiva de alcaldes muy reconocibles como Lores en Pontevedra o Evencio Ferrero en Carballo.

El PSdeG tiene dos trabajos por delante: apostar por una sola persona y desbancar al BNG del puesto de líder de la oposición. Precisan un rostro. Sea Valentín Formoso, sea el reaparecido Besteiro, al que ya llaman el renacido. Siete años estuvo injustamente apartado de la política. No es malo que el socialismo gallego tenga mucho donde elegir. Como le dijo Gómez Besteiro, a mi compañero José Manuel Pan en su entrevista en La Voz, habrá primarias y será candidato el que las gane. Sana costumbre democrática en el PSdeG. Çreo que hay operación Besteiro, pero necesitan hacerlo cuanto antes. Elegir ese as ganador y hacer piña en torno a él para recuperar el segundo puesto en esta comunidad e intentar sumar con Ana Pontón para que Rueda deje de rodar tan tranquilo por las corredoiras de Galicia.