De Niro, padre a los 79 y Ana Obregón, madre a los 68

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OPINIÓN

11 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando a la mujer se le exige preguntar y después, si tal, actuar como se le ha enseñado a pensar

Hoy, mientras desayuno, me llama la atención el siguiente titular que leo: «Robert de Niro ha sido padre por séptima vez a los 79 años». En ese mismo instante, pienso que debe estar Twitter, Instagram y todas las televisiones ardientes con el tema, así que decido entrar en Twitter y culturizarme a la forma moderna, es decir, yendo a #tendencias y leyendo comentarios de cualquier persona con cuestionable rigor científico. Pero, para mi sorpresa, la tendencia hoy no es #DeNiro #Padre o #locuradesociedad, si no #JennaOrtega, que para quien no la conozca, se trata de la joven que ha dado vida a Miércoles en la serie de Netflix. Resulta que va a formar parte del elenco de #Beetlejuice2. Que, por cierto, qué manía con volver al pasado y hacer segundas partes que solo fastidian la trama…

Volviendo a la paternidad de De Niro y el trato que ha recibido dicha noticia en los medios, no puedo evitar pensar, nuevamente, en el tema ya tan trillado, pero real como es el machismo en esta sociedad. Hace cuestión de unas semanas, cuando salió que Ana Obregón había tenido una hija con 68 años, dejando a un lado el debate del medio que utilizó, prensa, radio, televisiones y redes se echaron a la calle, llegando a negarle la nacionalidad a la bebé. Llegué a leer comentarios que sobrepasaban con creces las faltas de respecto, pero en cambio a De Niro casi que se le idolatra. Idealiza. Poco menos y se le debe dar las gracias por aportar un bebé con sus genes a este universo.

No sé, supongo que no tiene importancia y simplemente, es un pensamiento que se me viene a la cabeza en el tiempo que tengo para tomar el café y empezar el día, pero me apetecía contarlo. Y no porque sea una mujer. Y tampoco porque esté «de moda» el feminismo. Si no porque creo que aún hay gente que piensa que la igualdad existe y que es una batalla ya ganada, cuando la realidad es que, una vez más, el hombre puede actuar y luego, pensar. Y, la mujer, debe preguntar y, luego, si tal, actuar como se le ha enseñado a pensar. Yulia Rodríguez Martínez. Camariñas.

  ¿La OTAN y la UE mueren junto con Zelenski?

¿Un atentado, o una mentira por la excusa que faltaba para dictar la ansiada orden de muerte del símbolo de la resistencia de la era moderna en Europa? Y nosotros tan cerca que casi podemos oler la pólvora y los cuerpos abandonados. Mirar hacia otro lado no sirve de nada, porque estaremos enfrentando más conflictos, y con muchos más cuerpos abandonados. El tiempo, en este caso, está siendo un «amigo» de los predictores. Si el presidente Zelenski es asesinado, ¿qué será de la OTAN y de la UE? A menos que estas organizaciones sean el espejo de una civilización cada vez más hipócrita, sufrirán y serán más que la cara de la derrota, ambas serán las principales derrotadas y no solo el pueblo ucraniano. ¿Tiene sentido que ambas organizaciones existan como son hoy y en este nuevo orden mundial? ¿En qué fallaron y qué necesitan cambiar? Se necesita una mirada interna profunda, volver a los fundamentos que inspiraron cada una de las creaciones y empezar de nuevo desde allí. En cuanto al Tribunal de Derechos Humanos, ¿cuál es su papel e intervención en esta guerra sin sentido? Quizá todos estemos protagonizando el surgimiento de un nuevo orden, que tiene agregado valores diferentes y una forma de vida diferente. Entonces, ¿qué hacer con los valores fundamentales?

Si no todos, probablemente una mayoría de los ciudadanos creerá que estaremos retrocediendo, y que el legado dejado será ciertamente un mundo deforme. El olor será nauseabundo, y la realidad hará una mala fotografía para publicar en las redes. Miguel Abreu. Oporto.

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