EE.UU. lanza una estrategia que dividirá aún más a los socios-amigos
![Fernando González Laxe](https://img.lavdg.com/sc/sDWW7F7Eq89zOpH7H_reOSbk0FI=/75x75/perfiles/1420811280951/1528655333182_thumb.jpg)
OPINIÓN
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Ha pasado bastante desapercibida la nueva estrategia económica americana planteada recientemente por uno de los principales asesores de Joe Biden. El texto titulado Renovación del liderazgo económico americano llama la atención sobre los disruptivos aspectos económicos de la nueva visión de la sociedad mundial y el cómo enfrentarse a los mismos. En síntesis, el documento se ocupa de criticar las políticas pasadas y apuesta a favor de un nuevo intervencionismo. Advierte de que la reciente economía cambiante ha dejado a muchos trabajadores americanos en la estacada, que la crisis financiera agredió a las clases medias, que la pandemia ha revelado la fragilidad de las cadenas de suministros y que el cambio climático amenaza nuestras vidas y expectativas.
Ante dicho análisis, los Estados Unidos se enfrentan a cuatro grandes retos. El primero hace referencia a la necesidad de fortalecer una base industrial propia y autónoma. El segundo cifra a los nuevos competidores en un tablero internacional más complejo, en términos geopolíticos y de seguridad. El tercero menciona los niveles de inseguridad e incertidumbre ligados a las fuertes aceleraciones provocadas por el cambio climático. Y el cuarto se refiere a los impactos sobre las crecientes desigualdades y su repercusión en la democracia.
Frente a estos desafíos, las respuestas americanas se sitúan en distintos ejes básicos y planos de acción de carácter estratégico. A modo de ejemplo, citaremos algunos de los más relevantes. Se considera necesario e imprescindible a corto plazo plantear una política industrial moderna, fundamentada en aquellos sectores estratégicos desde la perspectiva de la seguridad nacional. Es menester llevar a cabo una acción global vinculada a la cooperación con socios-amigos para asegurar escenarios que revelen incrementos de capacidad, resiliencia e inclusión con el objetivo de evitar efectos perniciosos en caso de desajustes, conflictos o colapsos. Igualmente, hay que moverse en espacios más allá de los propios acuerdos comerciales tradicionales e ir hacia la constitución de nuevas asociaciones económicas centradas en los aspectos claves de nuestra era. Se debe apostar por cadenas de suministro resilientes y diversificadas que garanticen la seguridad en lo tocante a la movilidad de las mercancías. Del mismo modo completar las transiciones energéticas y digitales a fin de propiciar confianza y seguridad, al tiempo que luchar para propiciar un mejor medio ambiente. Finalmente, un control sobre las inversiones extranjeras en áreas relevantes para garantizar la seguridad nacional.
Planteada en estos términos, queda preguntarse cuáles serán los cambios y las modificaciones que se llevarán a cabo con el resto del mundo, y más en concreto con China y la Unión Europea. De entrada, no resulta fácil deslindar los efectos comerciales, las fronteras tecnológicas y las implicaciones en seguridad.
A mi juicio, están tan interrelacionadas y son tan interdependientes que apostar de una manera tan exclusivista, derivada de un intervencionismo abusivo, no deja de ser complicado a la hora de proceder a distinguir a los socios-amigos de los socios simplemente políticos o económicos. Asimismo, tampoco resulta fácil persuadir a tus competidores directos (China y otros países) de que no existe, en la esencia de la nueva política económica americana, resquicios o sedimentos de comienzos de «guerras comerciales» suigéneris. Y, para terminar, los planteamientos americanos pueden llegar a chocar con la nueva redefinición en lo que respecta a la propiedad y gestión de los minerales de las tierras raras, que obviamente son claves para el desarrollo de las tecnologías limpias.
De ahí, la trascendencia del discurso de Jake Sullivan (el asesor) y el beneplácito de Biden. Estamos, pues, ante una nueva estrategia que llevaría al mundo a una nueva situación: una sociedad más fracturada y polarizada en torno a lo que se denominan los socios-amigos.