¿Cuál es el criterio para la lista de espera?
Vaya por delante mi sincero reconocimiento a todo el personal de la sanidad pública gallega. Ellos saben que la lista de espera es quizás el principal problema que padecemos los ciudadanos por falta de financiación, personal disponible e infraestructuras existentes.
Hace algo más de dos años fui diagnosticado de fibrilación auricular paroxística. Desde hace más de año y medio estoy a tratamiento farmacológico, pero a pesar de ello, continúo teniendo episodios de fibrilación, con mayor o menor frecuencia e intensidad (hay episodios que duran más de diez horas), teniendo que acudir en ocasiones al servicio de urgencias del Chuac para ser estabilizado. El 16 de septiembre del 2022 fue la última vez que acudí a consulta en el servicio de Cardiología, y vistos los antecedentes, el cardiólogo tomó la decisión de incluirme en el registro de pacientes en lista de espera para la realización de una ablación endocárdica por catéter de la fibrilación auricular, con prioridad 2. «Recomendable la intervención quirúrgica en un plazo inferior a 90 días», según establece el protocolo del Sergas.
El 17 de febrero de este año presenté reclamación por la demora. La enfermedad me está generando ansiedad. Casi todas las semanas tengo uno o varios episodios de fibrilación, lo que me impide cumplir con mis obligaciones laborales. La respuesta a mi reclamación bien podría titularse: ya le llamaremos.
«En contestación a su escrito, le informamos que la programación quirúrgica se realiza teniendo en cuenta el diagnóstico y prioridad de cada paciente, así como la actual disponibilidad de quirófanos. De acuerdo a estas circunstancias, el servicio correspondiente asignará fecha para su cirugía a la mayor brevedad posible», escrito del 22 de marzo.
Este domingo cumplo un año en lista de espera. El último análisis del Sergas, de diciembre del 2022, sobre la «lista de espera quirúrgica», recoge que el tiempo medio de espera para una intervención dentro del servicio de cirugía cardíaca de 66,8 días. Es decir, menos de tres meses, que es lo que establece el protocolo. Asumo con resignación que tendré que seguir esperando, aunque me gustaría que los responsables expliquen cómo calculan los tiempos medios de espera, porque los datos que nos venden son ciencia ficción. Nacho Louro. A Coruña.
Tenis español
Aplastante derrota a España en la Copa Davis. Descubrámonos tenísticamente ante Serbia y ante Djokovic. Más allá, me pregunto dónde está el equipo español y nuestras figuras. Dónde está su ardor guerrero con nuestra selección, para ni siquiera comparecer. Según testimonio de Alcaraz, necesitaba parar y descansar física y mentalmente. Entiendo el esfuerzo que derrocha en los torneos, pero me deja sombra de duda rechazar la selección. El dinero que ganan en torneos y publicidad debe de ser inversamente proporcional al anhelo de representación nacional. Salvando a Davidovich, está claro que el caché tenístico proviene en España de los grand slam. No lo otorga la representación nacional en la Copa Davis. Djokovic es el ejemplo a imitar. Enrique López.