Los resultados del informe PISA (La Voz, 6-12) ponen de manifiesto la caída de España en el ránking de los países en los que se aplican las pruebas. Ocupa el lugar número 26 de un total de 45 países. Desciende 8 puntos en matemáticas y 3 puntos en lectura y sube 2 puntos en ciencias. Galicia desciende 4 puntos en ciencias, 9 en lectura y 12 más en matemáticas.
Es posible que el aislamiento provocado por la pandemia del covid-19 y las clases a distancia hayan tenido alguna influencia en la bajada de los resultados de España. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la pandemia y sus medidas han afectado, más o menos por igual, a otros países del informe PISA y no han obtenido la bajada de resultados de España.
En España llevamos demasiados años durante los cuáles las autoridades académicas han barrido del mundo educativo el esfuerzo necesario para aprender. Hay que volver a recuperar la idea de que todo aprendizaje supone esfuerzo y que la política permisiva del «pasa, neniño, pasa a ver si te vas a mancar» (promocionando a los alumnos de un curso a otro sin alcanzar la formación adecuada para ello) es un grave perjuicio para las personas que están aprendiendo, porque se enfrentan a una enseñanza blanda, alejada de la realidad de la vida, que supone un esfuerzo continuo.
España debe volver al esfuerzo para aprender, de lo contrario los próximos informes PISA serán todavía peores para nuestro país.