Felipe González, expresidente del Gobierno y exsecretario general del PSOE, se ha manifestado en repetidas ocasiones contra la amnistía pactada por el actual líder socialista, Pedro Sánchez, y el independentista catalán Carles Puigdemont, a cambio de que este le facilitase sus siete votos para alcanzar la presidencia del Gobierno. Ahora, el Tribunal Supremo ha decidido investigar a Puigdemont por terrorismo, por su supuesto papel en las protestas que siguieron a la sentencia del procés en octubre del 2019.
El expresidente González se había adelantado al manifestar que «esto no es una amnistía, sino una autoamnistía, porque la regula y decide el mismo al que se amnistía». En virtud de lo cual entendía que la Constitución estaba siendo «atacada» de una manera «despiadada e irracional». Porque «si hice lo correcto —dijo—, puedo volver a hacerlo y tengo derecho a autodeterminarme. Algo que desiguala a los ciudadanos españoles ante la propia amnistía, porque indulto y amnistía no son lo mismo».
En este sentido, el propio Alfonso Guerra ya había acusado a Sánchez de desleal en este proceso. Pero la realidad es que la voluntad del actual secretario general del PSOE se había abierto paso, alimentada por su legítima ambición de seguir en el poder. No obstante, ahora parece difícil salir sin averías conceptuales de este proceso, porque se ha generado mucho desconcierto entre la ciudadanía. Sánchez ha logrado alcanzar su meta y se defiende la legitimidad de sus acuerdos. Pero ¿quiénes más han salido ganando? ¿Y de qué victorias estamos hablando? El tiempo dirá, y quizá sin tardar.
De momento, ya se ha hablado de unas recientes maniobras de Junts per Catalunya en el Parlament para impulsar una iniciativa legislativa relativa a la independencia catalana. Mientras, la Sala de lo Penal del Supremo ha señalado que hay «una pluralidad de indicios» que apuntan al «liderazgo absoluto» y la «autoría intelectual» de Puigdemont en la PlataformaTsunami Democràtic, que participó en los disturbios en octubre del 2019. Lo que perfila un extraño horizonte, ante el cual solo cabe pedir justicia, para que cuanto antes se haga la luz y no la autoamnistía.