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Excelente, sobrecogedora, magistral, soberbia... Son muchos los calificativos que ha recibido la serie Querer, de la directora de Cinco lobitos Alauda Ruiz de Azúa. Y todos estos calificativos se quedan cortos para la actriz Nagore Aranburu, que se pone en la piel de Miren. Un papelón que estremece por la contención y la fuerza de una mujer que durante 30 años ha sido violada por su marido dentro de un matrimonio normal. De Querer interesa todo: el tono, el drama que supone para los hijos descubrir la verdad de sus padres; la finísima y borrosa línea del maltrato psicológico; la forma diferente de enfrentar la vida conyugal de un hombre y una mujer; la violencia sexual; el machismo; la posesión; el abuso... Son tantos los frentes que soporta Miren que es maravilloso que Nagore la haya equilibrado en la entereza del silencio y de las pocas palabras. Miren habla con sus actos, con su mirada penetrante, con su delicadeza, con su cuerpo menudo consumido por la lucha contra la fiera. Querer, la serie de Movistar+ que se condensa en cuatro capítulos, es esencial y desgarradora al tiempo, te interpela, te hace dudar y te quiebra en llanto. Pero, dentro de su dureza, te hace sentir paz, la calma después de la zozobra que aguanta Miren durante los años en que ha estado encarcelada. Esa libertad es a la que apela Querer, que no es más que desear y amar con voluntad.