La motosierra de Milei

 Jorge Quindimil
Jorge Quindimil CUANDO ESTALLE EL MUNDO

OPINIÓN

Pilar Canicoba

19 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Probablemente sea imposible opinar sobre Milei de forma desapasionada, pero voy a intentarlo al hilo de su reciente discurso tras un año de Gobierno. El presidente argentino se dirigió a la nación rodeado de casi todo su gabinete, con rictus de extrema solemnidad y con una aparente moderación, impropia de él. Ni un insulto ni un «¡Viva la libertad, carajo!». Lo que no faltó fue su alter ego, la motosierra.

La motosierra de Milei es su metáfora de la reducción del gasto público, del aligeramiento del Estado, quintaesencia de su política libertaria. Durante este primer año de mandato, «le pasamos la motosierra al gasto público», dijo, con una reducción de 18 a 8 ministerios y la supresión de un sinfín de cargos públicos, organismos y subvenciones, junto con auditorías y otras medidas en pro de su visión de un Estado más pequeño y más eficiente.

Según críticos y no tan críticos, Milei no llegaría a ser candidato presidencial. Cuando lo fue, no llegaría a segunda vuelta. Cuando llegó, no iba a ganar las elecciones. Cuando las ganó y fue presidente, decían que no podría gobernar, por falta de experiencia y de apoyos en las cámaras. No se destaca lo suficiente que Milei no ganó las elecciones prometiendo el paraíso, sino prometiendo el infierno y el purgatorio. ¿Qué lleva a un pueblo a elegir a un presidente que promete sufrimiento a cambio de «una luz al final del túnel»?

Contra todos los pronósticos, lleva un año en la presidencia y, como dicen en Argentina, sigue en el centro de la escena. Muchos analistas se preguntan por qué, pero parece haber consenso sobre su pragmatismo para integrarse en parte del sistema que critica y para incumplir algunas de sus promesas más idealistas, en pro de viabilizar otras más realistas, descargando más responsabilidades en las provincias y en el sector privado.

A lo largo de este año, logró éxitos que no cuestionan ni sus críticos más viscerales, como reducir la inflación y el déficit público a niveles históricos, «gracias a realizar el ajuste más grande de la historia de la humanidad», entre otros datos económicos muy positivos que han reducido el riesgo país y facilitado el crédito y la inversión. Ahora bien, Argentina sigue con una severa recesión económica, cepo cambiario, derechos de exportación y, sobre todo, graves problemas de pobreza, de salud o de educación.

¿Qué le espera a Argentina? Según Milei, «el país se encamina hacia un futuro de prosperidad que, para muchos, es inimaginable». Adivinen cómo pretende llegar a ese futuro próspero. Exacto, «ahora se viene la motosierra profunda».